«Las madres tienen mucho más mérito que Bill Gates o cualquier presidente del Gobierno de pacotilla»

El impacto de aquella realidad le motivó, de regreso a España, a crear Fundación Madrina con el propósito de defender a la mujer y a la infancia más vulnerable. «Durante estos 21 años he aprendido muchísimo de madres jovencísimas que son heroicas porque luchan por sacar adelante a sus familias. No hay empresa más importante en nuestro país que la familia. Podemos decir que el 50% del PIB de un país lo gesta la familia. Sin embargo, la sociedad está constituida para personas sin cargas familiares (los empleos, el ocio...) y cuando tienes un hijo, ya eres vulnerable».

Ante el anuncio de la pasada semana realizado por la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, sobre que la Ley de Familias desarrollará un marco estatal de acompañamiento y apoyo para los primeros 3 años desde el nacimiento del bebé —lo que prevé un intento de incluir una renta por crianza de 100 euros—, Conrado Giménez no duda en manifestar su gran decepción. «Son todo palabras. Un constante bla,bla,bla. Todos los gobiernos hablan de apoyo a la familia y sus promesas se las lleva el viento, queda en aguas de borrajas. Hablar de 100 euros es una ofensa cuando se habla de maternidad. Implica que no saben de lo que están hablando y desconocen lo que cuesta sacar un hijo adelante. Todo lo que anuncian no fomenta la natalidad. Son medidas populistas. Las ayudas que ofrecen no se ajustan a la realidad. Además, deberían concederlas desde antes del nacimiento porque muchas madres no reciben la atención sanitaria y ginecológica necesaria en su embarazo y , porteriormente, tienen hijos con problemas. No se puede permitir.

¿Qué debe hacer al respecto, entonces, el Gobierno en su opinión?

Todo lo que no ha hecho hasta ahora. Antes había unas ayudas directas muy importantes: tienes un hijo pues te doy 2.000 euros. No es mucho, pero es algo ya. Sin embargo, han quitado todo. El Gobierno debería reunirse con entidades como la nuestra para explicarle lo que se puede hacer para tener ayudas directas. Nosotros contamos con un banco del bebé y banco del patuco en los que se da alimentación, ropa... Un carrito de bebé cuesta 400 euros, un bote de leche maternizada de más de 30 euros... ¡Eso no puede costearlo una familia vulnerable! Nosotros les damos sustento por valor de 700 euros al mes, por eso nos derivan familias desde servicios sociales, Cáritas y Cruz Roja. La Fundación Madrina es la madre de Teresa de Calcula de estas madres.

¿En qué consiste exactamente la labor de la fundación?

A lo largo de estos 21 años hemos cubierto la infancia y maternidad más vulnerable y tenemos un teléfono de emergencia que atendió 350.000 llamadas durante la pandemia cuando los teléfonos administrativos no funcionaban por estar colapsados. Hemos atendido a madres que quieren abortar por sentirse presionadas por su familia. La Administración o no llega o no se ocupa de ellas, porque nos deriva 60 casos diarios. No son cifras pequeñas. Hemos podido hacer mucho por atenderlas gracias a los voluntarios. Tenemos una asistencia sanitaria y una clínica que ha realizado en pandemia 2.000 ecografías, analíticas e intervenciones pediátricas porque los centros de salud y hospitales no podían porque todo lo tenían enfocado al Covid-19.

Contamos, además, con un centro de formación y empleo y en una sola visita se perfila su futuro para ver sus posibilidades laborales porque algunas no tienen estudios debido a su maternidad temprana. No queremos que tener un hijo sea una barrera para ir a la universidad si lo desea. Ayudamos a estas chicas a continuar sus estudios y lograr un empleo con proyección para que no se queden solo de limpiadoras.

Tenemos también pisos y residencias de acogida con muchas plazas para adolescentes, embarazadas, gestantes en situación de abandono, abuso, violaciones, trata, prostitución.. y para madres con discapacidad que es algo único en España. Atendemos toda la problemática del embarazo.

Para atenderlas correctamente disponemos de la ayuda de nuestras madrinas, que son voluntarias, madres y abuelas con experiencia que acompañan a las embarazadas en el proceso más importante para una mujer, la maternidad, pero que por desgracia ellas lo viven con miedo. Las madrinas apoyan a estas chicas que viven su gestación en solitario, tanto en el preparto, parto y postparto. Hacen de familia porque les acompañan y, por ello, se establece un vínculo, que suele durar para siempre. También tenemos familias que acogen temporalmente a madres gestantes o con hijos en fines de semana, vacaciones y, a veces, de manera permanente. Incluso contamos con abuelos voluntarios que también están solos y adoptan a estas mujeres e hijos para dar una nueva luz a su vida.

Otra de las soluciones que ofrecemos son los pueblos madrina . Zonas rurales que se abren a estas familias, sobre todo numerosas, porque la ciudad veta a los niños tener una vida más normalizada. En este nuevo hábitat pueden crecer y madurar.

¿Cree que la maternidad esta penalizada en nuestro país?

Las mujeres nos cuentan que cuando tienen un hijo y van a un trabajador social, les echa una regañina. Les dice que les van a paralizar la casa de alquiler social porque consideran que haber tenido un hijo es una irresponsabilidad. Les amenazan con quitarles los niños. Las madrinas, por eso, acompañan a las embarazadas también a las matronas porque les preguntan qué haces con un niño y les dicen que les van a quitar todas las ayudas si lo tienen, que mejor lo den en adopción o aborten.

¿Cómo se va a fomentar la natalidad con una situación así?

Con inmigrantes. España importa el 16% de inmigración a través de adopciones internacionales, vientres de alquiler, maternidad subrogada, cuando lo más sencillo sería fomentar y apoyar a estas madres y que servicios sociales no les amenacen.

¿De dónde saca la fundación los recursos para atender a todas estas personas?

Tenemos cero en las cuentas corrientes. Vivimos de la providencia del día a día y de los voluntarios que se apiadan por caridad y nos dan donativos para las madres de los pisos. Hemos soportado cortes de agua y luz en los pisos de acogida. Las empresas que nos conocen se enamoran de nuestra acción y siguen colaborando con nosotros. No queremos que nos critiquen porque ayudar a un niño no implica ningún tipo de vinculación política. Las madres siempre necesitan ayuda: de una pareja, de la familia, de la sociedad: Una madre sola se hunde, pero apoyada vence el mundo. Cuando llegan a nosotros, ellas lloran porque aseguran que nadie les ha hablado así, muchas veces necesitan solo una palabra de apoyo, no de crítica —de que son irresponsables...—. Necesitan oír "felicidades por tu hijo". Las madres son héroes, son empresarias, casi autónomas... Salen adelante. Tienen mucho más mérito que Bill Gates o cualquier presidente del Gobierno de pacotilla, porque esos sí, con un salario estupendo toman decisiones en un despacho y dejan a las familias absolutamente sin nada.

Hemos alimentado a 4.000 familias al día y distribuido 40 toneladas de alimentos y productos de primera necesidad. Antes de la pandemia eran 400 familias al mes y 10 toneladas ¡Ha habido una explosión de pobreza en nuestro país! No se recuerdan una pobreza así desde la segunda guerra mundial.

En los pueblos no se nota tanto porque ha habido mucha solidaridad y quien tiene un huerto o granja comparte para que nadie se quede sin comer. En las ciudades, como no hay red familiar, lo pasan muy mal. Hay familias con niños pequeños que no encienden ni la luz ni la calefacción porque no pueden pagarlo. Calientan agua en la estufa para poder limpiar un poco a sus hijos, y eso llega al 24% de la población. Yo he tenido en las colas del hambre a agentes de la propiedad, magistrados, arquitectos, profesionales de la restauración, autónomos.. que acuden porque tiene propiedades, pero no dinero para mantener a sus hijos. Hay una gran desconexión entre la realidad social de las familias con hijos a cargo y lo que es la economía social. Y ahora se vende optimismo: He estado en el mundo financiero y el optimismo es la única forma de que la gente invierta, pero la realidad, desgraciadamente, es otra.

Por ello, estamos llevando a estas familias a los pueblos. Son familias españolas, algunas son personas universitarias. El pueblo es el hábitat adecuado para evitar patologías en los pequeños y que rindan mejor en el colegio. Estamos paliando una situación silenciosa de una situación muy grave. No puede ser que la solución de Servicios Sociales sea quitar los hijos a sus madres vulnerables. Hay que darles ayuda. Servicios Sociales nos dice que o nos quedamos con la madre y el niño o ellos se quedan con el niño.

¿Qué pueden hacer las personas que deseen colaborar con Fundación Madrina? ¿De qué manera pueden ayudar?

Económicamente y con tiempo. También a través de la página madrina.org. Y con donativos puntuales o periódicos. Tenemos una lista de espera de 800 familias. Siendo voluntarios de ginecología, pediatría, educadores sociales, abogados, médicos, psicólogos, madres y abuelas que acompañen, personal de logística para trasladar donaciones, a las familias, alimentos... Todos niño tiene derecho a su propia madre. El futuro depende de estos niños, incluso egoístamente, deberíamos ayudarles para pagar nuestras pensiones.