Así será la vida de Marco tras ser rescatado del contenedor

La región de Madrid dispone de un protocolo de actuación para hacer frente a casos como el bebé de unos diez días abandonado en Mejorada. Según la Consejería de Políticas Sociales y Familia, cuando un menor es abandonado, es trasladado de urgencia a los servicios médicos correspondientes, para realizar la primera atención inmediata. «Una vez que está atendido, estabilizado y descartadas situaciones de riesgo vital, lo normal es que el propio hospital, a través de la trabajadora social del mismo, remita un informe al Área de Protección del Menor de la Comunidad de Madrid, con el fin de cubrir los trámites legales para asumir una medida de protección provisional de tutela que permita que, en el momento del alta hospitalaria, el menor sea recogido y trasladado bien a un centro residencial, o a una familia del Programa de Acogimiento de Urgencia». Es decir, cuando Marco sea dado de alta, la Comunidad asume su tutela provisional.

Marco puede vivir hasta seis meses con su familia de acogida de urgencia, «aunque lo más habitual es uno o dos meses», dicen desde la Consejería de Políticas Sociales. Mientras esté con esa familia, una comisión de tutela valorará su caso para adoptar una decisión más a largo plazo. «La familia de urgencia es un acogimiento provisional para aclarar la situación legal en la que se encuentra el menor. En coordinación con las fuerzas policiales y el juzgado se realiza un estudio meticuloso sobre su situación legal: quiénes son sus padres, su familia extensa, qué ha ocurrido en su entorno para que sea abandonado... Y se valora las opciones futuras que tiene el niño», explica Esther Abad.

El resultado final puede ser muy diferente, dice la responsable de Protección del Menor. Podría ser acogido temporalmente por su familia extensa o por otra ajena, e incluso ser un niño adoptable.

Este caso coincide, con la aprobación definitiva hoy de Ley de protección de la infancia y de la adolescencia en el Congreso de los Diputados que, precisamente, viene a introducir algunos cambios en los procesos de acogimiento. Uno de los objetivos de esta nueva normativa es dar mayor agilidad a los procedimientos para casos de niños como el de Marco. A partir de ahora los menores de tres años en situación de desamparo pasarán directamente a vivir con una familia de acogida, sin tener que ingresar en un centro de menores. Además, la reforma también pretenden simplificar la constitución del acogimiento, de forma que no será preceptiva la intervención de un juez para tomar una decisión sobre el futuro del menor. En su lugar, podrá hacerlo la Administración.