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El PSOE responde a la declaración de Barrabés: «Es perfectamente normal que el presidente se reúna con un empresario»

La portavoz socialista asegura que los encuentros no suponen ninguna anomalía e insiste en que los informes de la UCO exoneran a Begoña Gómez

Barrabés declara que se reunió dos veces con Pedro Sánchez y Begoña Gómez en Moncloa

La portavoz de la Ejecutiva Federal del PSOE, Esther Peña EP

Inés Ruiz-Jiménez

Madrid

«No hay nada de nada», este es el mantra que repiten desde Ferraz. La portavoz del Partido Socialista, Esther Peña, aseguraba en la sede de la formación que la declaración de Carlos Barrabés en la que el empresario afirmaba que había mantenido una serie de reuniones con el presidente del Gobierno y su mujer se enmarcan dentro de la más absoluta normalidad. Fuentes del partido aseguran que no es una situación digna de reproche ya que «es normal que el presidente se reúna con personas del ámbito empresarial(...) qué clase de país seríamos si el presidente del Gobierno no se reuniera con personas del ámbito privado, colectivos culturales, no sería un país serio». Desde Ferraz insisten en que los informes que realizó la UCO sobre el caso Begoña exoneran por completo a esta de cualquier delito y tildan las denuncias de Manos Limpias de «falsas». «Es un ataque a una mujer por ser la esposa de un presidente de un Gobierno progresista», afirmaba la portavoz.

Carlos Barrabés ha declarado este lunes ante el juez Peinado para dar cuenta de los negocios que mantiene con la esposa del presidente del Gobierno, a quien se le imputa un presunto delito de corrupción y tráfico de influencias. Begoña Gómez llegó a firmar hasta dos cartas de recomendación para la empresa de Barrabés, que recibió una serie de adjudicaciones de contratos públicos, y cuyo responsable hoy declaraba como testigo. En su testimonio, el empresario tecnológico ha asegurado que se reunió hasta dos veces en La Moncloa con Sánchez y su mujer. Unos encuentros que desde Ferraz insisten en que no suponen una anomalía, ya que Begoña Gómez «mantiene una cátedra con el señor Barrabés, se conocen, y la residencia está a 100 metros», afirman fuentes del partido, enmarcando esas reuniones en la más estricta normalidad, apuntando a que el señor Barrabés puede reunirse con el presidente y su mujer, ya que mantenía hasta hace poco un máster con esta en la Complutense.

«No hay nada», insisten, para los socialistas la prueba más irrefutable de la inocencia de Gómez son esos dos informes de la UCO, «300 páginas» que fuentes del partido aseguran que no señalan a nadie como «corrupto» o «corrompido», «si hay corrupción, ¿quién se ha beneficiado?», la respuesta, para esas mismas fuentes cercanas al PSOE, no se encuentra entre esas páginas que redactó la Guardia Civil, por lo tanto, caso cerrado para los socialistas. Desde Ferraz claman por que se archive la causa, «quieren que la mujer del presidente se quede en casa con la pata quebrada», aseguran fuentes de la ejecutiva.

Para el PSOE, la declaración de Barrabés no forma parte del orden del día, al contrario que el divorcio de la derecha, un asunto en el que la portavoz Peña ha hecho hincapié a su salida de la Comisión Ejecutiva Federal. Como ya hizo el ministro de Justicia, Félix Bolaños, -al saltar la noticia de la ruptura de los populares con Vox en las cinco comunidades autónomas en las que gobernaban en coalición- Peña exige al PP que rompan también en todos los ayuntamientos, 121 según la portavoz. «Feijóo no ha roto con Vox, ha sido Vox quien entró en esos pactos de la vergüenza y que ha salido cuando le ha dado la gana», aseveraba la portavoz desde la tribuna. Para los socialistas, el divorcio del pasado jueves no fue suficiente y los consistorios deben ser el siguiente paso para consumar la «ruptura total con la ultraderecha», apuntaba Peña.

«La prueba del algodón», como ya dijo el presidente Sánchez en Washington el pasado jueves, -para que los populares demuestren que ya no hacen «política con la ultraderecha»- será la aprobación de la reforma de la ley de Extranjería. Una medida que ha quedado registrada esta mañana en el Congreso y que obligará a todas las comunidades autónomas a ser partícipes del reparto de menores inmigrantes que llegan a territorios fronterizos, como es el caso de Canarias. Para esta reforma los socialistas cuentan con lograr el apoyo de la oposición, ya que descartan a sus socios de investidura, a saber, Junts.

Fuentes del partido apuntan a que para este tipo de reformas acuden a «partidos de Estado», algo que no consideran sus socios de Gobierno ya que «Junts defiende sus propios intereses», afirman desde Ferraz. Desde el PSOE, también aseguran que Feijóo está aislado y más solo que nunca, prueba de ello es que el pasado domingo tras el gol de la selección española en la final de la Eurocopa «nadie se acercó a abrazarle, no lo celebró con nadie», un gesto que Peña interpreta como la constatación de la soledad política del líder del Partido Popular.

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