Moncloa ya ha dado tres versiones sobre la asistente de Begoña Gómez
Defiende que la mujer del presidente se apoyara en la empleada pública; en octubre dijo lo contrario

Nueva versión del Gobierno, y ya son tres, sobre la utilización de recursos públicos por parte de Begoña Gómez, la mujer del presidente del Ejecutivo, para sus actividades privadas. A medida que avanzan judicialmente las investigaciones sobre el trabajo de la cónyuge de Pedro ... Sánchez, en la Presidencia del Gobierno han ido adaptando sus explicaciones, con el elemento común de la escasa transparencia. Ahora, defienden que Begoña Gómez utilizara su asistente –que tiene que testificar el viernes– para actividades privadas, pero no siempre ha sido así.
El elemento temporal clave para entender los giros del Ejecutivo está en el momento en que trasciende en la opinión pública la figura de Cristina Álvarez, empleada pública que ha asistido a Begoña Gómez en labores burocráticas relacionadas con su vinculación con la Universidad Complutense de Madrid (UCM): no sólo ha pedido dinero a empresas para las iniciativas privadas de la mujer del presidente, como acreditan los correos electrónicos entregados a la causa que instruye el juez Juan Carlos Peinado, sino que también trabajaba en el día a día de sus actividades académicas.
Previamente a este descubrimiento, en una respuesta parlamentaria fechada a 9 de octubre a una batería de preguntas formuladas por el Partido Popular en el mes de julio, el Gobierno respondió que está «claramente establecido» que «las acciones de asistencia política y técnica se circunscriben al presidente del Gobierno». «Así lo establece –continúa la respuesta– el Real Decreto 890/2023, de 27 de noviembre, por el que se aprueba la estructura de la Presidencia del Gobierno».
Las preguntas, registradas el 24 de julio, las firmaron ocho diputados del PP, e iban dirigidas al ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños. Su objeto era conocer los recursos que la Presidencia del Ejecutivo destina a asistir a la cónyuge del jefe del Gobierno.
A pesar de la parquedad de la respuesta, las preguntas eran excelsas y abordaban la actividad de Begoña Gómez desde dos perspectivas. En primer lugar, los diputados del PP preguntaron «qué opinión» le merece al ministro que Begoña Gómez declarara en sede judicial que «Moncloa es su lugar de trabajo». En este sentido, se interesaron por conocer si «es habitual que personas ajenas a la relación de puestos de trabajo del Ministerio de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes 'trabajen' en dependencias del Gobierno de España».
En segundo lugar, los diputados del PP preguntaron directamente «qué personas y con qué funciones tiene asignadas Begoña Gómez con cargo a los Presupuestos Generales del Estado». Por último, quisieron saber si «alguna de estas personas tienen relación directa o indirecta con la Cátedra de Transformación Social Competitiva de la Universidad Complutense», que se extinguió a finales del pasado octubre.
Segunda versión
Sin embargo, a medida que fue avanzando la investigación el Gobierno ha ido modificando esa respuesta. Es más, públicamente se limitó a señalar que todas las parejas de los presidentes del Gobierno habían contado con un ayudante que desempeñara funciones de «organización y logísticas», pero sin aclarar si la asistente de Gómez se ciñó a esas tareas.
Así lo señaló la portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros del pasado 28 de noviembre quien, pese a ser preguntada hasta en tres ocasiones, no concretó si las actividades atribuidas a Álvarez estaban dentro del tipo de funciones «de organización, logísticas y de asesoramiento», informa Ep.
Así, entre el 9 de octubre, el 28 de noviembre y ahora el Gobierno ha dado tres versiones distintas. Queda conocer qué dirá Álvarez en su declaración ante el juez el próximo viernes.
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