Los mapas que muestran lo que los demás mapas de las elecciones ocultan

Una de sus limitaciones es situar al mismo nivel todas las divisiones administrativas, independientemente del número de habitantes del municipio o del número de escaños repartido en la provincia. Una localidad con pocos habitantes pero una gran extensión destacará más en el mapa que otro con mayor población pero menor área, una situación que no tiene reflejo real en el impacto sobre el resultado de las elecciones. Además, solo se muestra el color del ganador, sin matizar con el resultado de los demás partidos.

No obstante, se puede estirar su uso más allá de mostrar al partido más votado. El mapa de la imagen superior no muestra la formación ni el bloque ganador en cada municipio, sino la diferencia entre el porcentaje de voto a la derecha o a la izquierda. Un azul más intenso indica una mayor diferencia a favor de la derecha, como ocurre en Castilla y León y la Región de Murcia; un rojo más intenso apunta una mayor diferencia a favor de la izquierda, como ocurre en Cataluña y Navarra. Entre medias todo el recorrido ideológico, con el blanco para el reparto al cincuenta por ciento para cada bloque.

El siguiente mapa muestra los resultados por bloques, como el anterior, pero como un continuo, evitando la limitación de las fronteras administrativas que actúan como partes estancas en mapas como el anterior. Al igual que un mapa de temperatura, la ideología no entiende de fronteras.

En esta imagen, de contorno o de isolíneas, muestra, como la diferencia entre el porcentaje de voto a la derecha o a la izquierda. Un azul más intenso indica una mayor diferencia a favor de la derecha, y un rojo más intenso apunta una mayor diferencia a favor de la izquierda, con el blanco como punto intermedio de equidistancia política.

Cada punto del mapa de la imagen siguiente representa un voto. El mapa, por tanto, contiene más de 24 millones de votos, más de 11 millones de azules para la derecha y otros tantos rojos para la izquierda, sin contar con un resto para partidos sin un posicionamiento ideológico claro.

Este mapa supera el problema de sobrerrepresentar zonas con escasa población, Al mismo tiempo que matiza las victorias: no todo es blanco o negro, o en este caso, no todo es azul o rojo. Entre el azul de la mayoría destacada de la derecha y el rojo de la mayoría amplia de izquierda hay una gama de morados, resultado de la mezcla de los colores azul y rojo: un morado más azulado cuanto más escorado a la derecha, cuanto mayor número de puntos azules, y un morado más rojizo cuanto más a la izquierda, cuanto mayor número de puntos rojos.

Esta representación muestra en tres dimensiones los resultados de las elecciones generales. El tamaño de las barras depende de la densidad de población. A mayor población, más altura. Las áreas menos pobladas aparecen más bajas o directamente llanas. El color depende del bloque más votado por municipio: derecha, azul; izquierda, rojo.

Esta forma de representación tiene la ventaja de destacar los resultados de las zonas con mayor densidad de población, aunque cuenta con inconvenientes, como dejar zonas ocultas detrás de las barras altas, y conceder todo el color al más votado, sin matizar el resultado de otros partidos.

El siguiente mapa muestra el giro ideológico por municipio respecto a las pasadas elecciones. Es decir, la diferencia entre el porcentaje de votos de los partidos del bloque de la derecha y los del bloque de la izquierda respecto a las elecciones generales de noviembre de 2019.

El color de la flecha (azul para la derecha, rojo para la izquierda) no significa que sea el partido más votado del municipio, sino que el porcentaje de ese bloque le ha ganado terreno al otro. Es decir, un municipio donde ganó el bloque de la derecha tendrá una flecha azul si el bloque ha ampliado su ventaja respecto a las pasadas elecciones, mientras que tendrá una flecha roja si, a pesar de haber vuelto a ganar, la izquierda le ha recortado distancia.

La circunscripción en las elecciones generales es la provincia. El reparto de votos depende de las papeletas obtenidas por cada partido en cada provincia. Pero no todas reparten el mismo número de escaños. A Madrid le corresponden 37 escaños, más que a ninguna; mientras que Soria tan solo reparte dos.

En esta imagen se muestra el reparto de escaños por partido en cada provincia en las elecciones generales de 2023. Su principal virtud es mostrar el resultado real de las elecciones: la traducción de votos en escaño, provincia a provincia.

En la visualización a continuación se muestra el partido más votado en cada provincia en cada una de las 16 elecciones generales celebradas en España desde 1977 hasta 2023.

En él se observa el predominio histórico del PSOE en Andalucía y Extremadura, o el del PP en Galicia y Castilla y León. Históricamente, el PP ha vencido en mayor número de circunscripciones, 379 contando todas las elecciones generales, frente a los 324 del PSOE. Este año han sido 40 para el PP y solo 10 para el PSOE.

A mucha distancia queda la extinta UCD (79). Después, los nacionalistas del PNV (24), CiU y sus herederos de Junts (18) y ERC (8). Las marcas de la izquierda abertzale han sido la más votada en una provincia en tres ocasiones, todas en Guipúzcoa, la última este año. A la izquierda del PSOE, tan solo Podemos ganó alguna provincia (9 en total, entre 2015 y 2016). Vox ha ganado en dos circunscripciones en su historia (Ceuta y Murcia en noviembre de 2019), mientras que Ciudadanos nunca fue la más votada en ninguna ni en sus mejores tiempos.

Sevilla es la única provincia con el mismo partido ganador en todas las elecciones generales, el PSOE. Zaragoza y Huesca siguen acertando el ganador de las elecciones: cada comicio el vencedor en estas provincias coincide con el más votado en el conjunto de España. Teruel ya rompió esa coincidencia en las pasadas elecciones, cuando ganó Teruel Existe.