Entrevista al portavoz de vox
José Antonio Fúster: «El PP tiene que defender sin complejos el orden constitucional»
Cree que Sánchez pactará «lo que haga falta» y que «volverá a helar la sangre» de todos los españoles
Los planes de Vox: gestión en las regiones, choque en Madrid y la gran guerra ideológica en la UE
José Antonio Fúster (Santander, 1968) se formó en la escuela de ABC. Tres décadas después regresa a su casa, en otra sede, pero no como periodista, sino como portavoz nacional de Vox. Partido a partido, como todo buen cholista, ha alcanzado este puesto en ... un tiempo récord. No hace ni un año que ejerce de diputado autonómico en la Asamblea de Madrid, a las órdenes de su amiga Rocío Monasterio. Es socio de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles desde 1989 y también voluntario de la Orden de Malta. Ahora, afronta su nuevo cargo con ilusión.
—¿Prefiere preguntar o responder?
—Me siento muy cómodo entre periodistas. Me gusta responderles porque la inmensa mayoría de las veces hacen las preguntas que yo haría. Y eso es lo que más me gusta. Estoy bien.
—¿Sería partidario de levantar el veto de Vox a 'El País' y la Ser?
—Es muy complicado. No es una cuestión tanto de vetos como de respeto. Entiendo que cada uno tiene sus líneas editoriales y yo las respeto, pero también tienen que comprender que si respetamos esas líneas editoriales, ellos tienen que respetar a un partido plenamente convencido de que solo tiene una causa: el servicio a España. Y somos la tercera fuerza nacional.
—¿Entendería que no pudiesen entrar en Ferraz ABC o 'El Mundo'?
—En las instituciones no se debe vetar a nadie, absolutamente a nadie. Allí estamos representando a los españoles y tratando de explicar nuestro mensaje político, dando respuesta a las preguntas por más peliagudas que sean. Pero también entiendo que en la casa de cada uno tiene que haber unos mínimos de respeto. A nosotros, en ocasiones, no se nos ha respetado. No le voy a decir jamás al PSOE lo que tiene que hacer.
—Abascal dijo en Vitoria que le dan igual las encuestas, pero la percepción desde fuera es que los partidos viven obsesionados por los sondeos.
—En las reuniones del Comité de Acción Política todavía no he oído hablar de encuestas. Tenemos una visión diferente. Las elecciones vascas son las primeras. Yo soy cholista, voy elección a elección. Y las elecciones vascas son extraordinariamente complicadas porque es un territorio muy hostil para nosotros. ¿Que las encuestas nos dan dos? ¿Que nos dan uno? Ojalá fueran tres, cuatro, pero al final no es tanto la cantidad como la calidad de nuestras propuestas en el País Vasco. Que se nos escuche, que Vox esté presente en el País Vasco. Yo en el Parlamento vasco, cuando era periodista, choqué literalmente al doblar una esquina con Josu Ternera y pensé:'Qué importante es que él no esté y que esté España'.
—¿Cómo se hace atractivo en 'territorio nacionalista' un proyecto que quiere suprimir las autonomías?
—No es tanto la supresión de las autonomías como una racionalización de lo que ha sido el Estado autonómico. Durante muchos años ha habido una cesión permanente de la soberanía nacional hacia el Estado autonómico. Si eso se hace con criterios de lealtad, de supresión del gasto político, de ahondar en las necesidades de los españoles, perfecto. Pero no ha ocurrido así.
—Ha hablado de «gravísimos problemas» del País Vasco. ¿Cuáles son?
—El principal ahora mismo, la seguridad. El problema de seguridad, lo mismo que en otras autonomías, viene dado porque no hay una regeneración, un relevo generacional, y alguien, en algunos casos de manera torticera, ha decidido que esa falta de relevo generacional se puede suplir con una inmigración masiva, descontrolada e incompatible. Otro problema es el mito construido en torno a la eficacia de gestión del PNV. Y luego, lógicamente, la imposición lingüística. Después, las imposiciones de Bruselas, aceptadas por todos los partidos salvo Vox, como la Agenda 2030.
—ETA desapareció hace más de una década, ¿pero está asegurada la convivencia?¿Se pasearía por el País Vasco con una bandera de España?
—ETA no ha desaparecido. ETA ha cesado su actividad armada, pero sabemos donde está: ETA está en las instituciones y ese es nuestro grave problema. Tengo mucha familia en San Sebastián y pasearse con una bandera de España por San Sebastián no es una gran idea. Y si no es una gran idea, es porque algo falla.
—¿No va a perder foco Ignacio Garriga, a dos meses de las catalanas, sin dar las ruedas de prensa de los lunes?
—Es el secretario general de la tercera fuerza nacional. Eso lleva un trabajo espectacular. Yo estoy contento de que hayamos desligado la portavocía de la ejecutiva. A mí eso me parece un avance. No por mí, por cualquiera que esté en Vox. Trasladar o comunicar lo que es Vox se hace mejor con alguien que no participa activamente en los debates de la formación. En Estados Unidos siempre se ha hecho así.
País Vasco
«En el Parlamento vasco me choqué con Josu Ternera y pensé:'Qué importante es que él no esté y que esté España'»
—El PSOE dijo no a los indultos y no a la amnistía. ¿Habrá referéndum?
—Los antecedentes nos dicen que el PSOE es un partido desleal con España. Ha ido cediendo en todo, haciendo cosas que nos han helado la sangre, como le dijo una vez la madre de Joseba Pagazaurtundúa a Patxi López.
—¿Pedro Sánchez pactará un referéndum en Cataluña?
—Pactará lo que haga falta pactar, su ambición no tiene medida. Es una ambición ciega. Pactará y nos colará una especie de consulta y el problema es que esas consultas serán absolutamente inconstitucionales y, por tanto, ilegales. Estoy convencido de que hará algo que nos volverá a helar la sangre.
—¿Se podrá parar la amnistía?
—Confío todavía. Confío en que el sistema de contrapesos, y no me estoy refiriendo en España, sino también en Europa, va a conseguir frenar en parte esta posibilidad de borrar el delito. El delito no se puede borrar. Lo que hicieron en 2017, y aun antes, es de extraordinaria gravedad. Sigo confiando en España, en los españoles y creo que hay posibilidades. Esas posibilidades pasan por que el PP se dé cuenta de que tiene que hacer algo más.
—¿Qué más puede hacer el PP?
—Dijimos que podía plantear un conflicto institucional. No ha querido plantearlo en unos términos en los que era posible no tramitar la ley de amnistía. Fíjese si era posible que el PSOE votó en contra de tramitar, por otros motivos que desde luego ellos saben, y nosotros también hubiésemos votado en contra de esa tramitación. El PP tiene que darse cuenta de que no tiene que esperar siempre hasta el último momento. La reacción tiene que ser anterior, en defensa, sin ningún tipo de complejos, del orden constitucional.
—¿Qué le parece la incorporación de Juan Carlos Girauta?
—En cuanto lo ha dicho se ha visto mi sonrisa, la enorme satisfacción que tengo por la llegada de Juan Carlos Girauta. Hace unos años, cuando Santiago Abascal todavía iba a 'El Hormiguero' con Pablo Motos, las hormigas le preguntaron qué político querría que se uniera a Vox. Y él dijo, sin ninguna duda, Juan Carlos Girauta. Estamos encantados de que un hombre de sus principios, que comprende el grave riesgo que corre ahora mismo España, su democracia, el Estado de derecho, la soberanía, se una a nosotros en esa defensa en Europa.
—¿Qué le parece que el PP haya confirmado a Alejandro Fernández como candidato a la Generalitat?
—He dicho antes que soy cholista. No suelo opinar sobre los jugadores que no están en mi equipo. Solo puedo decir una cosa de él: es un buen parlamentario. Y si puedo deslizar alguna cosa más, ¿un poco tarde, no? Pero bueno, vamos a volver al cholismo.
—Dani Alves ha pagado la fianza para salir de prisión tras una condena por violación. ¿Deberían endurecerse las leyes?
—Claro. No hay nada más importante que la seguridad y la libertad de las mujeres, de todos. No puedo tener más que palabras de desprecio hacia cualquier agresor sexual. Y por eso no puedo tener más que palabras de desprecio hacia todos los que hicieron, promulgaron, votaron… una ley como la del 'solo sí es sí', que ha rebajado las penas a tantos agresores y que ha sacado a la calle a tantos violadores y pederastas. Nosotros ya sabe lo que haríamos: nosotros meteríamos en la celda a cualquiera que vulnere y ataque a una mujer, a un niño, y tiraríamos la llave al mar. Muy fácil.
—¿Cómo ve el liderazgo de Rocío Monasterio en Madrid?
—Incontestable. Es mi amiga. Una muy buena amiga. Su visión política es esencial para nosotros. Es una gran persona, una gran política, tiene un instinto para todo lo que nosotros necesitamos, siempre es proactiva, siempre nos está diciendo que tenemos que enfocar los problemas de la vivienda, está muy preocupada por la juventud y ya le digo, estos meses que llevo en la Asamblea de Madrid junto a ella, he aprendido mucho.
—¿La opinión es unánime? ¿Hay cohesión en Vox Madrid?
—Claro. Es un grupo en el que estamos todos en lo mismo, en una sola misión. Es la misión de proponer a la mayoría absoluta del PP proponer las mejores políticas para el futuro de la autonomía. El PP, por desgracia, no nos compra nada. Nosotros les decimos que bajen los impuestos y ellos nos dicen que ya los bajan suficiente. Las mayorías absolutas son complicadas, hay que dejar la soberbia a un lado.