La izquierda se alía con la «extrema derecha» para socavar al PP balear

La propuesta presentada este miércoles por Més per Mallorca pretende cambiar el reglamento en la parte que plantea que el presidente del Parlamento regional debe formar parte de un grupo. Los nacionalistas insisten en que la expulsión de Le Senne no sea efectiva y quieren que el reglamento indique que si algún diputado abandona la formación con la que se presentó a las elecciones, la Mesa pueda actuar para que se conviertan en no adscritos. El PSOE, con dos miembros en la Mesa, apoya que esta reforma pueda entrar en el orden del día del pleno para su toma en consideración. «No van a ser cinco tránsfugas quienes decidan quién es la segunda autoridad de las islas», defienden los socialistas.

De aprobarse, la norma permitiría que los cinco rebeldes de Vox expulsados por la dirección nacional pasen a ser no adscritos, mientras que Le Senne y De las Heras -expulsados a su vez del grupo parlamentario por estos cinco- se mantendrían como miembros de Vox. La Mesa volverá a reunirse hoy para abordar la celebración de un pleno extraordinario antes del martes, cuando se retoman las sesiones ordinarias. Los escritos de expulsión consumados por los rebeldes quedan, de momento, paralizados.

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Los letrados de la Cámara han encargado dos informes sobre la expulsión de Le Senne y los grupos que podrían proponer candidato para sustituirle. De este modo, el aún presidente del Parlamento balear, siguiendo instrucciones de su dirección nacional, gana tiempo hasta que los servicios jurídicos se pronuncien sobre su situación. «Es una pequeña victoria, pero queda mucho», declaró Le Senne. No obstante, los nacionalistas de Més per Menorca -con dos de los 59 diputados en esta cámara- no están de acuerdo e impugnarán la decisión de la Mesa que deja en suspenso la expulsión de Le Senne y De las Heras. Alegan que en el reglamento no hay margen para debates interpretativos y que se podría incurrir en prevaricación.

Mientras, el PP tilda de «espectáculo lamentable» esta crisis, que salpica al plano institucional. Aunque insiste en que no afectará a la gobernabilidad de Baleares, está abocado a elegir más pronto que tarde si irá de la mano con los rebeldes, que son mayoría, o los fieles a Abascal. Vox ya a avisado al PP de que, si opta por los primeros, habrá «consecuencias».