IU fía la preservación del Gobierno de coalición con el PSOE a frenar la carrera armamentística que «impone» Europa
Los de Maíllo, que no tolerarán «ambigüedades», defenderán en el Ejecutivo un modelo de defensa y seguridad basado en la paz pese a admitir que la correlación de fuerzas les es «desfavorable»
Sumar se opondrá en el Consejo de Ministros a elevar 2.000 millones el gasto en defensa

Ante la «importante» coyuntura política que está atravesando España y Europa, este martes, día 8 de abril, Antonio Maíllo decidió reunir al Consejo Federal de Izquierda Unida (segundo órgano más importante por detrás de la Coordinadora Federal) para elaborar un borrador de su ' ... Documento Estratégico de Seguridad y Defensa para la Paz', al que ha tenido acceso ABC y que, según trasladan fuentes del entorno del líder de IU, va a servir de base para marcar la línea de debate y de posición de la formación de cara al futuro en matera de defensa. En él, la cúpula de la organización analiza cómo la presión belicista de la Unión Europea (UE) ha terminado por trasladarse en las últimas semanas a la política interna española, entre otros motivos, por la «actitud favorable» del PSOE a ser partícipes de una carrera armamentística «impuesta desde Europa». «Es crucial frenar la participación de España», reivindica IU al tiempo que dice ser consciente de que «cualquier país necesita unos mínimos recursos de defensa».
El partido, integrado en Sumar y que se fundó al calor del referéndum de España sobre la OTAN, celebra en el texto que la disputa entre un modelo de política militarista y armamentística agresiva y el nuevo modelo de seguridad humana que apuesta por la paz que una fuerza como IU propone como alternativa haya calado de lleno en el seno de la coalición y también que cada vez sean más asumidas por el resto del espacio político. En este sentido, ve Maíllo necesaria la «cohesión con el resto de fuerzas políticas progresistas» con representación en la Cámara Baja de cara a «seguir manteniendo un Gobierno democrático y progresista» que, a su juicio, también «depende de conseguir frenar esta carrera armamentística«.
Y todo ello, a sabiendas de que la correlación de fuerzas le es «desfavorable» a Sumar tanto en el Ejecutivo como en el Congreso de los Diputados. Una muestra es la transferencia de 2.000 millones de euros al Ministerio de Defensa aprobada esta semana en el Consejo de Ministros con la que han tenido que tragar pese a presentar hasta una docena de objeciones formales, ya que, si bien se trata de una partida de no está relacionada con las exigencias de la Alianza Atlántica del 2 por ciento PIB, opinan los de Maíllo que «adquiere relevancia en esta espiral belicista». De ahí que consideren fundamental «una implicación social que envuelva y refuerce» las tesis que IU defiende.
«No renunciaremos a defender nuestro modelo en todas las terminales posibles, de gobierno principalmente, pero también en los parlamentos y plenos municipales. IU tiene una responsabilidad, de acuerdo con su trayectoria y con sus posiciones políticas sólidas y dilatadas en el tiempo, de contraponer con todos sus recursos un sistema de seguridad y defensa alternativo. A ello vamos a empeñar nuestros esfuerzos«, concluye IU, que sentencia que no admitirá »ambigüedades«.
Para ello, piden al resto de fuerzas de izquierdas no sólo hablar de seguridad y defensa, sino ponerse en disposición de debate y propuesta de un sistema alternativo que gire en torno a cinco ejes principales: sustituir la política de disuasión militar por la coexistencia pacífica, la autonomía estratégica y la horizontalidad en las relaciones entre países; un orden internacional multilateral sin un poder hegemónico como Estados Unidos; una nueva política de alianzas que priorice el eje América Latina-El Caribe, el eje Asia Pacífico y las relaciones con China; y destinar los recursos militares al desarrollo social y ambiental porque, a su juicio, «la realidad de esta confrontación no es otra que que cada uno de los euros que se dedique a armas no va a ser dedicado a protección social».
Pidió a Sumar «no ceder» a «presiones»
Maíllo ya reunió el pasado sábado 15 de marzo a la Coordinadora Federal del partido (máximo órgano entre asambleas) para someter a votación un primer informe político en el que el dirigente andaluz desglosaba su preocupación por la coyuntura internacional y pedía a su grupo parlamentario, Sumar, «no ceder» a «presiones» ni a «deseos belicistas». Previamente, esa misma semana, el coordinador federal de lU ya había anunciado, además, que su formación promovería una «campaña de movilización por la paz» en respuesta al que consideraron un giro «autoritario y belicista» de los Veintisiete en materia de defensa con el paquete de 800.000 millones de euros que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, aspira a movilizar, y para denunciar el coste social de este rearme que el Gobierno español también planea abordar con acciones como la de acelerar el incremento del PIB hasta llegar al 2 por ciento al que Sánchez ya se comprometió con los socios comunitarios hace tiempo.
«Por primera vez en décadas, se abre la posibilidad real de que España se desvincule de la OTAN y disminuyan sus históricas supeditaciones al imperialismo estadounidense», celebran en IU
El de entonces fue claro apretón de tuercas de IU a Yolanda Díaz que, tras su encuentro con el presidente en La Moncloa emitió un comunicado con un lenguaje en el que, si bien remarcó que un aumento del gasto en defensa «no garantiza» una mayor autonomía estratégica ni mayores cuotas de seguridad compartida entre los miembros de la UE, hizo uso de un lenguaje mucho menos contundente que el partido de Maíllo. Ambos informes reflejan asimismo la salida de nuestro país de la OTAN —«una posibilidad real que se abre en España por primera vez en décadas«, señalan— y el cierre de todas las bases militares extranjeras en territorio nacional. Una postura histórica que ha mantenido la organización sin «tacticismos ni oportunismos coyunturales», expuso.
El de la seguridad y la defensa es un debate, se dijo entonces —y se repite ahora—, que «acaba de empezar», por lo que el partido emplazó a sus órganos máximos de dirección a futuras convocatorias extraordinarias «en caso de necesidad». Apenas tres semanas después, ese momento parece haber llegado.
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