Precintan un local que almacenaba comida para hostelería con moho y en descomposición en Santiago
Su propietario está acusado de un delito contra la salud pública. En el local había cientos de kilos de carne en mal estado y etiquetas para manipular su fecha de caducidad
Moho, óxido, suciedad en paredes y suelos y grandes cantidades de comida putrefacta y en descomposición son los ingredientes de la estampa con la que agentes del Seprona se encontraron el pasado febrero en un local del área de Santiago. Se trata de un almacén clandestino, no dado de alta en el registro correspondiente, que servía de despensa para un negocio hostelero. En él, los agentes hallaron una evidente falta de limpieza, moho en las paredes, alimentos caducados y otros sin ningún tipo de identificación «con el riesgo de contaminación cruzada que este tipo de almacenamiento implica», explican desde la Guardia Civil.
Además, los efectivos localizaron material para falsificar las etiquetas y cambiar las fechas de caducidad de los alimentos. Nada más descubrir el modus operandi de este local, el Instituto Armado, en colaboración con la Consellería de Sanidade, precintaron el almacén, que sobre todo guardaba productos cárnicos, y que presentaba «unas condiciones higiénico-sanitarias muy deficientes».
Según informaron desde la Comandancia de La Coruña, la investigación, bautizada como 'Operación Mofo', se inició el pasado 11 de febrero. Durante una primera inspección al local, realizada con la colaboración de técnicos del Servicio de Riscos Ambientais de la Consellería de Sanidade, se comprobó que este almacén carecía de inscripción en el Rexistro Xeral Sanitario de Empresas Alimentarias e Alimentos. Además, ahondan, se verificaron graves deficiencias higiénico-sanitarias, incluyendo la presencia abundante de moho, óxido y suciedad en paredes, suelos, estanterías, arcones y cámaras frigoríficas.
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Los guardias civiles e inspectores comprobaron que se almacenaban cientos de kilogramos de alimentos y productos cárnicos en condiciones deficientes, mezclándose productos en buen estado con otros caducados e incluso en estado de descomposición. Igualmente, inciden, se halló instrumental para la elaboración de etiquetas personalizadas y para la manipulación de las fechas de consumo, lo que permitía modificar o sustituir las etiquetas originales de los productos adquiridos a diferentes proveedores. Ante las graves deficiencias, los inspectores de Sanidade procedieron al precinto del local y del material encontrado; y la Guardia Civil investiga al propietario como presunto autor de un delito contra la salud pública.
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