Tribuna Abierta
Ni un paso atrás
Algunos disparatan culpando a Vox del fracaso ajeno por existir y pedirán, incluso, que no nos presentemos o que renunciemos a defender cosas que la derecha fatua se niega a ello cuestiones importantes

Mirar de frente sin querer ocultar la verdad y sabiendo que la política es algo efímero es bueno para aquellos que sin ser de este mundo estamos en este mundo. Por eso no deben doler prendas en reconocer que el resultado de ayer en las elecciones generales es malo para España.
Es cierto que en Barcelona y Cataluña Vox ha crecido en votos y porcentajes, fruto de la ingente tarea hecha por sus afiliados, militantes, coordinadores y simpatizantes, teniendo como 'pal de paller' al magnifico grupo de Vox en el Parlamento regional, capitaneados por Ignacio Garriga.
Desde la convocatoria lo venimos advirtiendo y algunos de ustedes (lectores) que han tenido la heroicidad de escucharnos lo saben. La fortaleza del PSOE, en Cataluña (PSC) especialmente, era evidente. En nuestras intervenciones en esta campaña lo hemos repetido todos los días públicamente de forma insistente. La manía de acabar con Sánchez y no con el PSOE, vender la piel del oso antes de cazarlo, ha dado la victoria sin alas a los de Génova. Si a ello añadimos a los gurús de turno, los periodistas con ínfulas (algún jefe de opinión predijo 19 escaños para Vox), tienen ustedes la operación completa. Obviamente, nosotros algo habremos hecho mal, pero nadie con mínima objetividad puede negar la terrible campaña en contra de Vox desde todos los ámbitos.
Algunos disparatan culpando a Vox del fracaso ajeno por existir y pedirán, incluso, que no nos presentemos o que renunciemos a defender cosas que la derecha fatua se niega a ello cuestiones importantes. Ya lo han hecho.
El resultado de ayer refleja la España que se ha construido durante décadas por acción beligerante de unos, la izquierda, y omisión impúdica, de otros, alejada de un futuro con esperanza, familia, vida, orden, seguridad, oportunidades, unidad, justicia, futuro, trabajo, dignidad, tradición y libertad... En fin, no cabe la renuncia a todo ello. Sería abandonar cualquier atisbo de dignidad en España.
Y ante el viejo impostor del éxito y el fracaso, el lema almogávar: «A mayor enemigo más corta espada». Ni un paso atrás.
Juanjo Aizcorbe es diputado de Vox por Barcelona en el Congreso
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