El candidato ultra de Ciudadanos

Landeira, natural de Ferrol y con familia vinculada al Partido Popular de la ciudad, comparte habitualmente en su cuenta personal contenido relacionado con la hinchada radical o el propio equipo del que es seguidor, acompañado de frases como «sangre y honor » o eslóganes similares empleados en los «tifos» y pancartas del grupo.

Por manifestar estas simpatías, al número cuatro de Ciudadanos en La Coruña lo han apodado «Toni el serbio» , ya que también sube fotografías históricas de la selección nacional de baloncesto o jugadores emblemáticos de Yugoslavia. En su cuenta personal, también difunde lemas como «Kosovo, no en la Unesco» , fruto de una campaña para evitar que el país entrara el el organismo internacional.

Según ha podido saber ABC, durante algún tiempo hubo compañeros de la agrupación local de C’s le reprocharon estos contenidos , que ponen en solfa el discurso de moderación que se le asocia al partido.

La palabra se traduce como «enterradores» o «sepultureros», y la leyenda cuenta -en estos casos no suelen existir versiones oficiales- que fue un apodo que le pusieron la hinchada enemiga del Estrella Roja de Belgrado. Lejos de resultar una ofensa, los ultras del Partizán lo asumieron orgullosos como propio e hicieron bandera de este apodo. Los Grobari tienen detrás de sí un largo historial de episodios violentos de mayor o menor escala, como cualquier grupo de radicales deportivos de diversas disciplinas. De marcada tendencia ultraderechista y nacionalista , el episodio más grave en el que se vieron involucrados recientemente fue el del asesinato de un seguidor en Toulouse después de un partido de competición europea en el año 2009.

Durante la tarde de ayer, este periódico se puso en contacto con los responsables de Comunicación de Ciudadanos Galicia, quienes declinaron hacer declaraciones al respecto . «Entendemos que en campaña puede salir de todo, pero no queremos alimentar más polémicas», afirman. Señalan además que hasta el momento el partido no ha tenido constancia de la existencia de estas imágenes, algo que contrasta con los avisos que desde la agrupación local hacían al joven. En todo caso, precisan que las fotografías y el material compartido son consencuencia de la estancia de Landeira en Serbia.