Tres décimas, la minúscula erosión electoral del independentismo en Cataluña

Al final, las elecciones catalanas han dejado al bloque secesionista prácticamente con idéntico apoyo electoral que el que obtuvo hace un par de años , lo que se ha traducido en una leve pérdida de dos escaños. El bloque constitucionalista crece de forma significativa impulsado por Ciudadanos, pero ese crecimiento lo logra no a costa de los votantes independentistas sino gracias a la erosión de Podemos y de la captación de votantes de la vieja Unió .

En 2015, Ciudadanos, PSC y PP concentraron el 39,11% de todos los votos de aquella cita con las urnas, mientras que ahora se ha hecho con el 43,49%. Ese avance es gracias al 2,5% de apoyo electoral que en 2015 tuvo la desaparecida Unió y del fuerte retroceso experimentado por la marca catalana de Podemos, que pasa del 8,94% de 2015 al 7,45% de ahora.

Por su parte, en esta ocasión Junts per Catalunya (Puigdemont) , ERC (Junqueras) y los antisistema secesionistas de la CUP han sumado un apoyo electoral del 47,49% en esta ocasión, tan solo 0,31 puntos menos que en los comicios autonómicos de 2012. Es un retroceso sociológicamente nimio, aunque por la dinámica de la Ley d'Hondt ese minúsculo descenso se haya traducido en dos escaños menos para los secesionistas.

El aumento de participación –han votado 230.000 catalanes más que en 2015- ha beneficiado claramente al bloque constitucionalista, pero no ha perjudicado al independentismo en el escrutinio final. Los que realmente lo han sentido en su contra han sido los de Podemos, la marca Catalunya En Comú Podem encabezada por Xavier Domènech.