La startup que ya define la nueva generación de baterías
Floatech ha creado una tecnología escalable de fabricación de ánodos con silicio que quiere ser alternativa al litio y ya busca dar el salto industrial
Qué son las baterías en estado sólido que revolucionarán el coche eléctrico

Juan José Vilatela y Richard Schäufele, investigadores del Instituto Imdea Materiales, trabajan en distintas áreas y hace cinco años comenzaron a desarrollar tecnologías utilizadas en nanotubos para hacer nanosicilio. Se trata de hilos muy finos, de una milésima de micra, «que forman una especie de ... tejido con unas propiedades muy buenas para algunas aplicaciones. Una de ellas es que el litio se puede colocar dentro del silicio y permite tener mucha capacidad para que los coches aumenten la autonomía y les da más capacidad de potencia para las aceleraciones o el despliegue vertical. Y se pueden cargar cuatro veces más rápido», resume Fernando Celaya, CEO de Floatech, 'spinoff' resultado del desarrollo de esta idea. Fue en 2021 cuando los investigadores decidieron crear esta startup que este año tiene previsto abrir su primera planta piloto para fabricar ánodos de silicio. Un poco antes se había sumado al proyecto Celaya para crear un plan de negocio y estudiar su viabilidad.
Gracias a su reactor de laboratorio han preparado muestras de material que han empezado a presentar a centros de I+D, centros de homologación y a fabricantes. El gran interés que existe en el mercado por este material se debe a que los ánodos de silicio serán vitales para la próxima generación de baterías de litio (LIBs) que impulsarán los vehículos eléctricos del futuro. El mercado internacional de estos ánodos para LIBs para movilidad eléctrica está valorado en más de 36.000 millones, y está previsto que tenga un crecimiento interanual del 18% entre 2022 y 2032.
Desde la sanidad a la movilidad, el material creado en Imdea puede servir para muy distintos ámbitos
Pero además de este uso, desde Floatech señalan la importancia que esperan tener para los Evtol, un tipo de aeronave que usa energía eléctrica para planear, despegar y aterrizar verticalmente, conocidos también como taxis voladores. «Hay estudios que señalan que el negocio de este tipo de va a crecer mucho hasta 2050. Estos equipos necesitan baterías con mucha potencia para despegar y aterrizar y es un mercado al que nos queremos dedicar», explica el CEO.
Este material puede ser igualmente muy útil en el sector médico, para prótesis, por ejemplo, o en equipos como marcapasos. Y en muchos casos sustituiría al grafito, cuya producción está controlada en un 90% por China, y la UE ha pedido que se sustituya. «Estamos desarrollando el proyecto poco a poco, para conseguir tracción, un reactor industrial y socios», afirma Fernando Celaya.
Salto adelante
La startup quiere crear una 'joint venture' centrada en la producción de ánodos de silicio a escala industrial y en la puesta en marcha de plantas de fabricación para suministro de dichos ánodos. Inicialmente la estrategia de negocio se centrará en mercados emergentes como los Evtols y los drones durante el periodo 2024–2026, para posteriormente construir una fábrica con capacidad de producción para vehículos eléctricos.
Los planes son ambiciosos. «Si todo va bien, esperamos tener la producción en el segundo semestre de 2024 y hasta entonces podemos suministrar pequeñas cantidades. Ya en 2025 contamos tener una capacidad en torno a los 18 reactores», avanza el CEO. Los socios fundadores de Floatech siguen investigando posibles usos para este material una vez que el silicio es el segundo elemento más abundante de la tierra después del oxigeno, y tiene muchas aplicaciones.
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