Opinión
Los únicos números que valen hoy son los del marcador
Lo importante en el doble enfrentamiento Sevilla-Barça es que Lopetegui no sufra un ataque de entrenadoritis y que Messi prosiga su lento declive
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Iniciar sesión¿Saben ustedes cuántos empleados tiene el Instituto Nacional de Estadística? Yo se los digo: 3.263. Pues cualquiera diría que los pusieron a trabajar a todos, incluidos los que se encontraban de baja por paternidad, maternidad y eternidad, en los números que adornan a ... Sevilla y Barcelona por separado y en común, en Liga y en Copa, en Europa y en África Austral, para divulgarlos ante la doble confrontación que se avecina. Una cascada de dígitos, porcentajes, peculiaridades numéricas y variables que abarcaban desde el récord de victorias en el banquillo sevillista de Julen Lopetegui a la espuerta de goles que ha subido a su palmarés Messi en sus enfrentamientos contra los de Nervión, pasando por el segundero que marca la coyuntural imbatibilidad de Bono o los magros marcadores andaluces en sus enfrentamientos contra los catalanes. Para alguien que no estudió psicología huyendo de esa asignatura, un martirio.
Y al final, en ese pack divisible de los Sevilla-Barcelona-Sevilla a la venta, todo eso que ha llenado páginas, engordado megas, colapsado discos duros de audios y de imágenes, no tendrá relevancia alguna. Lo importante es que Julen no sufra uno de esos ataques de entrenadoritis que tan comunes resultan en el banquillo sevillista cuando el rival es de los que acomplejan históricamente y que Messi prosiga su lento declive y no le dé por reeditar una de esas tardes que le han llevado a ser el ganador del euromillón todas las temporadas.
El Barcelona del llorón de Koeman , que hoy verá penalti de nuevo en cualquier lánguido desmayo de los suyos en el área local, está tocado del ala defensiva. Hasta el Elche, su último rival liguero, le pudo hacer el pasado miércoles un descosido en la primera parte, antes de desangrarse en la segunda. No se entendería un Sevilla tan pusilánime como el de los primeros cuarenta y cinco minutos ante el Borussia. Ni hoy en Nervión, ni la próxima semana en el barrio de La Maternitat. Dejar sin balón al Barcelona será importante en la medida que luego no se deje robar en zonas comprometidas como ocurrió contra los alemanes. Paciencia, sí, pero arriba y enseñando los colmillos.
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