Cambio de tercio: a picar en Europa

Compitió el Betis bien contra los de Simeone, pero careció de la efectividad que hace bien poco lo convirtió en noticia de portada. Se notó la ausencia de inicio de Juanmi, ahora en la sima del biorritmo que lo llevó a ser número uno en el hit parade de los cánticos balompédicos, aunque Tello, siempre intermitente, arreó esta vez con la espuerta de cal; él, tan aficionado a la arena. Mañana debería ser de la partida frente al Eintracht, esta campaña más conocido por ser Frankfurt cuna de las apreciadas salchichas brühwurst que por su fútbol. No anda bien el rival de los de Pellegrini, pero es alemán y milimétricamente equilibrado: 37 goles a favor, los mismos en contra.

Veinticuatro horas después será un equipo inglés, el West Ham, el visitante y el Sevilla su anfitrión. Inútil adivinar qué versión se encontrarán sus aficionados, por más que en casa suelen ser más clementes con la audiencia. Tanto como saber qué integrantes del plantel recuperará y a quien perderá con respecto a los que jugaron en Mendizorroza. Tampoco el cambio de tercio, europeo por doméstico, añade seguridad alguna. Este temporada se está pifiando por igual, aunque el segundo puesto liguero le permita lucir el palmito. Los londinenses son la revelación de una Premier dominada por los de siempre y con un entrenador que tiene fama de pragmático. Moyes sustituyó a Manuel Pellegrini y a punto estuvo de bajar al equipo a Segunda. Ahora lo tiene como alternativa a los clubes de jeques, millonarios rusos o americanos. Cuidado con él.