Sevilla FC

El Sevilla ha rebajado este verano 22,5 millones el coste de los sueldos de los jugadores

El club de Nervión ultima unas cuentas de 2023 con una drástica reducción en los salarios de los futbolistas y unas pérdidas de unos 18 millones vinculadas a la mala gestión deportiva

El nuevo estadio Sánchez-Pizjuán: 55.000 espectadores, 350 millones y dos años de obras desde julio de 2026

José María del Nido Carrasco y José Castro, en un acto en el Sánchez-Pizjuán Maya Balanya

El Sevilla FC ha elaborado ya las cuentas de 2023, que trasladará a los consejeros a partir de la semana que viene, primera de octubre, y que contemplan una drástica reducción de los costes de la plantilla a raíz de las gestiones que ... se han realizado en el mercado este pasado verano. Con los traspasos realizados de componentes con altos emolumentos, el club de Nervión ha rebajado en más de 20 millones de euros el montante de los salarios de los jugadores, que estaba en unos 200 millones de euros y ahora se ha quedado en aproximadamente 180 millones. Concretamente, la rebaja es de 22,5 millones. De esta manera, la directiva que preside José Castro ha iniciado un proceso para generar un modelo de plantilla más eficiente centrado en esa reducción de costes.

Las cifras que la entidad llevará a la junta de accionistas prevista para el tramo final del año recogerán, en todo lo que tiene que ver con la plantilla, una bajada de costes relevante. El club de Nervión ha identificado un problema desde hace un año y medio con el gasto de la plantilla, estrictamente en esa faceta, ya que el resto de líneas del club son más que rentables a día de hoy según recogen esas cuentas. Localizado el problema, diagnosticado, ahora la directiva dice manejar la receta y se está aplicando de hecho desde junio con los primeros resultados, que son esa bajada de 22,5 millones en los costes de los jugadores. El deseo del Sevilla era poder haber bajado en unos 40 millones esa cifra, pero no se ha podido lograr por la cantidad de gastos en despidos, como los de los entrenadores (Julen Lopetegui y Jorge Sampaoli).

El planteamiento del actual consejo de administración es que se rebaje el porcentaje que se destina al primer equipo, que la temporada pasada fue del 90% del presupuesto, hasta el 70% del mismo en los próximos dos años. Esta reducción de costes en nóminas será el principal argumento de unas cuentas anuales que se llevarán al encuentro con los accionistas, en el que también se desarrollarán varias líneas de gestión: la construcción del nuevo Ramón Sánchez-Pizjuán, alcanzar los 300 millones de euros de presupuesto y, en paralelo, mantener plantillas competitivas pero más ajustadas y acordes a los recursos económicos del club.

Al hilo de ello, el Sevilla ha estimado su valor en 562 millones de euros, cifra que se obtiene en relación al volumen de negocio, presupuestos, logros deportivos o el propio coste de la plantilla, la madre del cordero del encaje actual de la economía sevillista. Con respecto a este último particular, el Sevilla ha logrado rebajar esa masa salarial en el mercado veraniego, que arrancó superando los 200 millones de coste con un plantel compuesto por 32 jugadores y cuatro canteranos. Superado el verano, el mismo asciende a 182 millones, con 25 jugadores en nómina más dos canteranos (Juanlu y Kike Salas). La inversión realizada en los fichajes de Sow, Gattoni, Pedrosa, Lukebakio, Soumaré, Nyland, Mariano, Badé y Sergio Ramos ha sido de 33 millones.

En estos 182 millones se incluye lo que le han costado al Sevilla los despidos o asumir las fichas de futbolistas como Papu Gómez o Rony Lopes. En total, este apartado alcanza los 30 millones. Por eso, desde ahora se intentará construir otro tipo de plantillas más 'realistas', con un gasto salarial en futbolistas de unos 140 millones como máximo. Los sueldos se han disparado en las últimas temporadas por la participación en la Liga de Campeones y una ambición que ahora se admite que ha sido desmedida en muchas cuestiones. El baño de realidad y la vieja filosofía regresan.

Tercer año de pérdidas

Esas cuentas de este año también recogerán pérdidas, por otra parte. Será el tercer año consecutivo en que ello ocurre, aunque esta vez más vinculadas a una mala gestión deportiva que a una coyuntura general adversa, como ocurrió a raíz de la pandemia de covid. Si hace dos años las pérdidas fueron de 42 millones y el año pasado de 25, en este ejercicio rondarán los 18 millones de euros. Esas pérdidas se han visto amortiguadas en los balances gracias a los fondos propios de unos cien millones que se generaron para capear la crisis de estos años, que afecta a todos los clubes. El objetivo es alcanzar beneficios en las cuentas de 2025, según los análisis del club a los que ha tenido acceso ABC de Sevilla.

Para alcanzar esas metas financieras no habrá 'palancas', pues el club no las necesita ni pretende hipotecar activo alguno de la sociedad. Se irá al mercado puro y duro pidiendo préstamos bancarios. En anhelo a corto plazo es llegar a los 300 millones de euros de presupuesto con reestructuración de la deuda (gracias a la explotación del nuevo estadio y la ciudad deportiva), la citada reducción de costes de plantilla, plusvalías de jugadores, captación de talento para la cantera, vías abiertas desde un área de dirección tecnológica y las llamadas «nuevas líneas de negocio».

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