Sevilla - Barcelona: aguantó en inferioridad para sacar un punto positivo (1-1)
La expulsión de Koundé con media hora de partido por delante condicionó el plan de Lopetegui, que tuvo que dar el empate por bueno
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEl Sevilla FC cerró el año 2021 en lo futbolístico con un punto que sabe bien después de tener que jugar media hora con un hombre menos por la expulsión de Koundé, al que se le fue la cabeza dándole un balonazo con la mano ... a Jordi Alba que impidió que su equipo luchara en igualdad de condiciones con el Barcelona. Pape Gómez adelantó a los de Lopetegui, pero Araujo empató el duelo justo antes del descanso. El segundo acto estaba nivelado, sin grandes ocasiones, hasta la expulsión de Koundé. Entonces el Sevilla supo cerrar líneas y defenderse para sacar un punto y marcharse de vacaciones en segunda posición, y con miras al primer puesto.
El once que plantó Lopetegui de inicio fue el esperado, quizás con la duda de si Rekik actuaría como central y Augustinsson como lateral o, como finalmente ocurrió, Fernando retrasó su posición al centro de la zaga para dejar al holandés en la banda. Koundé, claro, actuó como lateral derecho. El encuentro arrancó sin un dominador claro, con dos equipos sacando la pelota como podían ante la presión alta del rival. Un par de pérdidas en la salida del balón sevillista provocaron incertidumbre, si bien no cristalizaron en remates claro del equipo azulgrana. Araujo tuvo un remate que se encontró con la pierna de Rakitic para marcharse a córner. Lopetegui se desgañitaba en la banda y le pedía a los suyos que estuvieran metidos en el partido ante tantos errores e imprecisiones en el pase.
El partido se jugaba más tiempo en la mitad de campo sevillista. El primer intento de los locales fue un disparo desde la frontal de Rafa Mir que se marchó fuera. Otro error en un pase provocó el disparo de Dembélé que no logró atajar Bono pero al que ayudó Diego Carlos evitando una segunda jugada. Al técnico del Sevilla se lo llevaban los demonios. Era ponérselo muy fácil a los de Xavi. Sin embargo, apareció la estrategia para darle el gol al Sevilla. Saque de esquina de Rakitic raso al punto de penalti donde aparecía Papu Gómez para rematar ajustado al palo y subir el 1-0 al marcador. Picó la defensa del Barça y se lo hizo pagar el argentino. De nuevo, como ante el Atlético, la virtud de ponerse por delante, que siempre permite dosificar cuando las fuerzas están justas.
Pero el partido tampoco varió mucho el guión del partido, con un Barcelona pisando más la mitad de campo de ataque que la que debía defender. Así, poco a poco lo buscó hasta que lo encontró, curiosidades del fútbol, de la misma manera que lo había recibido, en un saque de esquina. Dembélé ponía el centro de penalti y allí aparecía poderoso Araujo para cabecear el fondo de la portería el tanto del empate. Justo antes del descanso, de esos goles llamados «psicológicos».
El segundo tiempo arrancó como el primero, sin muchas apariciones por el área rival y con los equipos procurando no cometer muchos errores. La afición sevillista, mientras, aplaudía en la banda que En-Nesyri saliera a calentar. Abde tuvo una ocasión, pero su remate con la izquierda se marchó alto. Pero entonces llegó una acción determinante. Koundé tenía una enajenación mental transitoria y, en un encontronazo en la banda con Jordi Alba, le lanzaba la pelota a la cara con las manos, provocando su evidente expulsión. Media hora con uno menos iba a tener que batallar el Sevilla, al que se le ponía la cuesta más empinada. Lopetegui retiró entonces del campo a Rafa Mir y a Rakitic (este último con un golpe), y entraban en el terreno de juego En-Nesyri y Gudelj. El plan estaba claro, aguantar el dominio e intentar sorprender con la velocidad del marroquí.
Gavi tuvo un remate de cabeza que mandó fuera para alivio del público presente. Ocampos, en carril derecho, seguía siendo peligroso y trabajando por todos. El peligro principal del Barça era Dembélé, que incluso estrelló un disparo en el poste. Entraba en el campo Luuk de Jong y apareció el miedo ese de ser ajusticiado en tu propia casa por un jugador propiedad del Sevilla. Lopetegui movía el banquillo metiendo en el campo a Juanlu y Augustinsson por Papu Gómez y Delaney. Piernas frescas para los diez minutos restantes. Supo aguantar el Sevilla los centros constantes al área y acabó sumando un punto que sabe muy bien después de la tontería de Koundé y de que ha llegado fundido a este final de año. Ahora a recargar energías y darle retoques a la plantilla para el 2022.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete