El Rincón de Cazón Palangan
Sevilla - Real Sociedad: ¿La Real ha traído portero?
Hay goteras. Pepe, pon una visera
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Iniciar sesiónTarde de fútbol y de agüita en Nervión. Habrá llovido seis veces en Sevilla en un año natural y en 5 de ellas jugaba el Sevilla en casa. Si hay sequía en España es porque a Javier Tebas no le ha dado por poner más ... partidos del Sevilla en el Sánchez-Pizjuán. También saltaban las alarmas en las nubes porque San Pedro, al tirar el primer cubo de agua pabajo, se abría la muñeca. Los encargados de jarrear lluvia gritaban eso de «agüita pa los calvos» porque abajo, en el terreno de juego, Bono se lesionaba en el calentamiento y le daba la camiseta de titular a Dmitrovic.
Es tal la psicosis del Sevilla con las lesiones, que antes del cuarto de hora de partido se temió por la integridad física de Augustinsson. El sueco se dolió de una patada en la rodilla y casi reserva habitación en el Virgen Macarena.
Lopetegui le cedió toda la responsabilidad atacante a Antoñito Martial. El francés lo intentaba, pero como el resto del equipo, no andaba fino. En una ocasión al borde del minuto 20, Martial recordó a En-Nesyri porque, cuando lo tenía todo de cara, se durmió en los laureles, le costó coordinar movimientos y el defensa le arrebató el balón.
El Tecatito, jugando en contra, debe ser como ese amigo guasón que te debe veinte euros y cuando te los va a dar se los esconde en la manga. Ohhh, qué guantá tiene. La Real sufría con el mejicano y el Sevilla sufría con Augustinsson. Me va a perdonar su madre, pero desentona en esta plantilla como un pijo en Alcampo.
A cinco minutos del final de la primera parte, el equipo donostiarra falló la ocasión del encuentro. Sorloth, que le ha pedido prestado el nombre al monstruo de los goonies, disparó contra su propio compañero cuando lo tenía todo para hacer el cero a uno. La jugada fue tan clara que, del miedo que me entró, me lesioné el esfínter de apretarlo.
Así acababa una primera mitad tan pasada por agua como aburrida. En el transcurso de la misma y contagiados por el infortunio de la primera plantilla, los sevillones sufrieron multitud de lesiones: Elongación de impaciencia, irritación de confianza, sobrecarga de esperanza, cansancio crónico… Viendo el panorama, es digno de admirar que el gol norte no pare de animar. Que ese bombo no se lesione nunca, por favor.
La segunda parte comenzaba con un Sevilla más voluntarioso que eficaz. En el minuto 56 Navas iba a recibir un balón al espacio en la banda, como en sus tiempos mozos. El palaciego encaró a su par y mandó un centro raso y tenso al segundo palo que a punto estuvo de llegar Martial. Iba a ser la última ocasión del francés porque fue sustituido por a los pocos minutos por En-Nesyri. Espero que la venda de su muñeca fuera impermeable porque si no, cuando se la quite, va a tener musgo en el brazo.
Decía en la primera mitad que Augustinsson suponía un riesgo para el propio Sevilla y lo que no me imaginaba es que fuese de manera tan literal. En un intento de despeje, el sueco obligó a Dmitrovic a hacer una gran estirada. A los minutos, iba a perder la marca de Portu, que remató al palo. Y acto seguido, la defensa del Sevilla iba a permitir que Silva se marcara una jugada maradoniana que tuvo que detener Dmitrovic.
El juego del Sevilla se diluía como los folletos de publicidad en los asientos del Pizjuán. La Real tuvo una sucesión de ocasiones bastante claras que hizo que los sevillones apretaran fuertemente los paraguas. Primero fue Delaney el que desvió un disparo de Januzaj, luego el larguero el que evitó el gol de cabeza de Silva y finalmente fue Guridi, que tiene nombre de dibujito animao , el que marró una ocasión al pegarle con el dedo pequeño del pie.
Las pocas ocasiones del Sevilla las protagonizó Montiel, que subió la banda como un loco y como un loco acabó las jugadas. Le sobra ímpetu y le falta calidad al bueno de El Cache. La mejor noticia de este insulso 0 a 0 fue la vuelta de Lamela y que el gol norte del Pizjuán no para de animar nunca, ni en un día lluvioso donde han caído gitanos con navaja, ni en un partido donde su equipo no ha tirado entre los tres palos.
Una vez eliminados de todas las competiciones, está claro que este equipo tiene goteras, como el estadio. No sé qué tiene peor solución, si el equipo o el estadio, pero ponle una visera, Pepe.
El tuitaso
Pepe Castro presenta el proyecto de la cubierta del Ramón Sánchez-Pizjuán#ElTuitaso pic.twitter.com/TSQTuwwrBU
— AltaNorte 🇵🇱🇲🇨 (@AltaNorte) March 20, 2022
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