Real Madrid – Sevilla: la misma historia de siempre (2-1)
El conjunto sevillista sucumbió en el minuto 86 gracias a un golazo de Vinicius; un error de Bono metió en el partido a los blancos y el brasileño le dio la vuelta al marcador. No le pitaron un claro penalti a Ocampos.
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Iniciar sesiónEl Sevilla cayó derrotado en su visita al Santiago Bernabéu ante el Real Madrid (2-1) en un partido en el que los sevillistas vivieron el clásico deja vú cada vez que pisa el feudo madridista, donde realizó una gran primera hora de partido, pero ... en el que acabó claudicando merced a un golazo de Vinicius en la recta final del duelo. Rafa Mir adelantó pronto a los sevillistas, que incluso pudieron ampliar las distancias en un remate al larguero y un penalti no señalado a Ocampos, pero un error de Bono metió en el partido a los de Ancelotti que acabaron mejor el partido y sometieron a los de Lopetegui con el golazo de Vinicius. La sensación de vivir la misma historia de siempre.
Julen Lopetegui apostó por el once que todos la mayoría de los sevillistas hubieran intuido, con la incursión de los renqueantes Diego Carlos y Koundé. El Real Madrid saltó al terreno de juego con una presión alta que fue contrarrestada por la del Sevilla, que la ejerció con más acierto. De hecho, el primer acercamiento de peligro fue gol para los de Lopetegui, que se pusieron 0-1 con un cabezazo de Rafa Mir tras saque de esquina de Acuña. El gol le dio aún más confianza en el plan previsto a los de rojo, que dispusieron de una doble ocasión en el área madridista en la que Rafa Mir se encontró con Alaba en su primer remate, y con Courtois en el segundo. Se encontraba cómodo el Sevilla en el Bernabéu, dos conceptos que habitualmente no casan. Tanto es así que el primer acercamiento de peligro local fue un remate de Vinicius a las manos de Bono en el minuto 26.
No bajaba la intensidad el once sevillista, que acarició el segundo en un disparo de Ocampos desde la frontal que besó el larguero de la portería blanca. El argentino no se lo podía creer. Como tampoco se creería que el conjunto de Ancelotti encontrase el empate en un error de Bono, tan seguro habitualmente. Militao se sacaba un disparo lejano que el marroquí no acertaba a desviar, tocando el balón en el palo y quedándose muerto para Benzema, que la empujaba a placer. Tan injusto como cierto, pero el fútbol no entiende de justicia.
Para colmo de injusticias, el conjunto sevillista reclamó un penalti de Alaba sobre Ocampos que ni Sánchez Martínez ni el VAR consideraron punible. El sevillista ya ni se sorprende. El Real Madrid se crecía tras el empate y Asensio probó fortuna desde la frontal, pero el remate se le marchó alto. El último intento del primer acto fue un remate de cabeza de Ocampos a las manos de Courtois. Mala sensación hacia el túnel de vestuarios por el rédito obtenido a los méritos contraídos.
En la reanudación el Sevilla siguió mostrando personalidad y pareció no verse afectado por el empate. Le faltaba el último pase, o ponerse en mejor disposición para el remate. Asensio sí lo intentó en desde la medialuna del área, pero se marchó cerca del palo. El trabajazo de Montiel, incluso con una amarilla, anulando a Vinicius estaba ayudando a no sufrir a los de Lopetegui. El brasileño tuvo una contra en un error de Acuña, pero su remate se marchó alto.
Movió el banquillo el preparador sevillista dando entrada a Delaney y sacando del terreno de juego a Rakitic. Quería mucha intensidad en la medular ahora que había descendido un ápice. El guión de la película tomaba tintes dramáticos, el partido se estaba jugando ya en la mitad del campo sevillista, el Real Madrid se estaba creciendo y los sevillistas no tenían el balón. Lopetegui metía en el campo a Óliver Torres y Óscar Rodríguez por Jordán y Papu Gómez, buscando tener más el balón.
Se veía venir el drama y el mismo llegó en el 86 con un golazo bestial de Vinicius casi en la única que tuvo en todo el partido. El brasileño se marchó con el control de Ocampos, se fue perfilando en la diagonal y se sacó un misil a la escuadra ante el que nada pudo hacer Bono. Lo estaba merodeando y lo logró, con un Real Madrid que acabó mucho mejor el partido que el Sevilla, que se fue diluyendo en la segunda mitad con las fuerzas acabadas. Delaney casi logra rascar algo con un cabezazo que probó los reflejos de Courtois, pero al final, lo mismo de siempre, la sensación de haberse podido llevar tres puntos, y salir de allí con las manos vacías.
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