Rayo - Sevilla: #STOPWAR y #STOPVAR

Julen, viendo que la visita a los Jamones del Oeste está a la vuelta de la esquina, daba descanso hoy a Acuña, Tecatito y En-Nesyri. El entrenador vasco tenía claro que era partido de no cuidar tanto la pelota, es decir, un encuentro para hombres como Augustinsson, Delaney y Rafa Gomir.

El partido comenzaba con el ritmo esperado, con ambos equipos batallando cada pelota como cuando en el recreo del colegio jugábamos con un zumo aplastao haciendo las veces de pelota. Y, por supuesto, ni en Vallecas ni en el recreo, se señalaban faltas. Jueguen.

El Sevilla se sentía en cuaresma, entonado por bandas. Y, tras un saque de esquina, le cayó el balón a Rafa Gomir, que controló e hizo lo que mejor sabe hacer, marcar goles anulados. El VAR debe tener un plasma más grande que el de mi casa, que es de 55 pulgadas, porque vio mano clara en la jugada y yo, por muchas repeticiones que pongan, sigo sin verlo. Movistar debería plantearse cambiar el NO A LA INVASIÓN por NO AL MANGASO.

Al minuto de la acción polémica, el Rayo iba a estrellar un balón en el larguero en una ocasión en la que Gudelj parecía que tenía las botas atadas la una a la otra. El serbio también está en cuaresma porque protagonizó las tres caídas.

Tuvo otra ocasión muy clara Rafa Gomir, que tuvo que controlar un balón imposible, que le cayó a la espalda, con ambas espuelas, haciendo un control nuevo bautizado como el caballito de mar. No le sirvió de mucho porque no metió la pierna tras el imaginativo control y el portero abortó la jugada.

El Rayo presionaba bien arriba y Bono, no acostumbrado a sacar en largo, estuvo a punto, en alguna ocasión, de meter el balón en el estanco de Vallecas. La estanquera, al ver entrar el balón en su local, diría: “Después dicen que el tabaco es malo, pero peor es el que la ha embarcao”.

Acababa la primera mitad y, tras ver una y otra vez la jugada del gol anulado a Rafa Gomir, no aprecio todavía si le da con la mano. Una de dos, o el de la sala VAR tiene una televisión de 16K de definición o es un guasa. Quiero pensar que tiene un primo trabajando en Samsung y le consigue las teles de estraperlo.

La segunda mitad comenzó de la peor manera para el Sevilla. Bebé le hacía un nudito a Augustinsson y batía a Bono de un bujinaso que le dobló las manos al marroquí. A eso es a lo que voy a dedicar la tarde de hoy si esto acaba así, a bebé. Hoy, Rafa Mir le dio con la mano (eso ha visto el del VAR) y cuando debimos darle de verdad, se la comió Bono.

Lopetegui no tardaba en reaccionar y sacaba de una tacada a Martial, Tecatito y Acuña. Se acabó el descanso para ellos y ahora iban a tener trabajo doble, remontar un partido cuesta arriba. El Rayo, por intensidad, comenzaba a bailar al Sevilla, pero el plus que le aportó al equipo la presencia de los recién ingresados se empezó a notar.

Corría el minuto 62 cuando el Tecatito ponía un centro al segundo palo al que iba a llegar, en última instancia, la puntita de la bota de Delaney para hacer el empate a uno. A Acuña le apodan El huevo, pero el danés se merece que le llamen El Huevos porque en los remates a puerta va con todo. Segundo tiro a puerta del Sevilla en lo que iba de partido y segundo gol, este válido. Si es que estamos hechos para dar mucho coraje.

Y hablando de El Huevo. El argentino se tuvo que marchar lesionado a los 10 minutos de entrar. No sufrimos hoy ninguna baja en el calentamiento, tampoco en la primera mitad, pero sí se tuvo que retirar Acuña tras disputar apenas 10 minutos. La temporada es para pre-acabarla y que se vayan todos de vacaciones en abril.

Salía al terreno de juego también En-Nesyri, demostrando Lopetegui que también le pueden dar arrebatos como los que le daban a Joaquín Caparrós, que terminaba algunos partidos con 6 delanteros y Darío Silva colgando balones al área. Martial, Tecatito, En-Nesyri, Ocampos, Rafa Mir… el séptimo de caballería, el todo o nada, para tratar de llevarse los 3 puntos de Vallecas.

Carmona, que debutaba hoy con el primer equipo en Liga, se iba a ir de su par con un autopase dentro del área. El centro del canterano iba a caer entre el portero rayista y Rafa Gomir, quien no pudo rematar porque un defensa del Rayo le agarra y le zancadillea. El colegiado pitó penalti y el de la sala VAR, con su plasma de 86 pulgadas, apreció que no lo fue. El árbitro decidió anular también el penalti señalado. Comprendo que la posición del Sevilla en la tabla incomoda, porque no es lo mismo enviar a la Supercopa de Arabia a Tecatito que a Piqué.

Dimitresky, el portero rayista, quiso parar el partido fingiendo una lesión. Ya podía haberse lesionao el gachón porque detuvo las dos últimas ocasiones sevillonas. Primero despejó a córner el que habría sido el golazo del año de Antoñito Martial y en el saque de esquina iba a detener un remate de manera milagrosa.

Empate a uno que satisface al Rayo y que deja con más mal sabor de boca al Sevilla que cuando muerdes el palito salao que viene en los paquetes de pipas. Medina Cantalejo debe tener un primo culé porque yo no me lo explico. El VAR no se inventó para rearbitrar y hoy ha servido para eso.