Linares - Sevilla: Del carbón a los caramelos (0-5)
El Sevilla, sin fichajes en el campo y con Sampaoli expulsado al cuarto de hora, comienza el año con goleada y metiéndose entre los 16 aspirantes a la Copa; 'renace' En-Nesyri con un hat-trick
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Iniciar sesiónArribaba el Sevilla a tierra minera con la ingrata carga del nada que ganar y todo por perder... toneladas de obligaciones a la mochila en la clásica cita envenenada a priori. No estaba el club para otra desgracia deportiva. Y menos en la ... víspera de abrir su estadio a los infantes sevillistas el día de la cabalgata. De haber salido cruz, la ilusión habría mutado en casa de los horrores. Había mil motivos para disparar los niveles de concentración, para no fallar en suelo jiennense por nada del mundo. El día antes, en el aviso a navegantes, ya se pegaron el trompazo cuatro Primeras. El Sevilla supo leer todo eso. Ponerse el mono de trabajo, enfrentar sus problemas cara a cara… y pasar por encima de su oponente, de dos categorías menos. La Copa castiga a los vanidosos y a los incapaces. El Sevilla, al fin, no pareció ser ni lo uno ni lo otro. En-Nesyri 'renació' con un hat-trick. Lamela lideró con clase la goleada y también mojó. Hasta Suso funcionó y forzó el tanto en propia puerta de Squadrone. 0-5 y ya está entre los 16 aspirantes a la Copa. De carbón, nada. Caramelos. Pero cuidado con el exceso absurdo de azúcar en una cita como la de hoy.
El Linares , para este Sevilla mermadísimo y en drástica reconstrucción, se presentaba como algo más que una trampa. Un rival rocoso, de proyecto creciente, peleando por el sueño de alcanzar la categoría de plata. Enero será lo que tenga que ser para el Sevilla FC, con la esperanza y todas las fichas puestas en la casilla única del mercado. Con Monchi de crupier y malabarista, porque hay tanta necesidad de incorporar caras nuevas como escasez financiera. A 4 de enero en Linarejos, el Sevilla de los puestos de descenso en LaLiga se presentó con menos recursos si cabe que el que se marchó al parón mundialista mediado el mes de noviembre. Son historia dos de los fichajes de cabecera del verano, Isco y Dolberg, mientras que el único que ha aterrizado por Navidad, Badé, lo hizo con algún contratiempo físico que le ha impedido ponerse a las órdenes de Sampaoli. Qué cosas. Lo del perro flaco. El entrenador está tirando de paciencia, aunque lo suyo tampoco es de un mérito desbordante, ya que cuando aceptó venir lo hizo a pleno juicio, manejando todos los pormenores al dedillo. Y expectante a lo que ocurra en esta ventana de transferencias vinculante, por supuesto. De lo que no se libra el de Casilda es de los nervios. Poco más de un cuarto de hora duró el entrenador del Sevilla dirigiendo a su tropa desde el banquillo. Enfureció con el verbo al inefable Mateu Lahoz y el trencilla valenciano, sin titubear un segundo, lo echó del campo con doble amarilla. ¿Habría hecho lo mismo con Ancelotti? No, hombre, no. Se viene sanción desagradable para Sampaoli.
Incidente aparte, el técnico argentino planteó la contienda de la única forma que debía hacerlo el Sevilla: con determinación y los mejores efectivos. Supo elegir al once más capacitado. Sólo reservó el depósito de los veteranos Navas y Fernando, además de mantener entre los palos a su portero de la Copa, el serbio Dmitrovic. Ni un solo canterano apareció en la alineación inicial. Responsabilidad y arrestos para los Montiel, Acuña, Rakitic, Suso, Lamela, Óliver, En-Nesyri y compañía. Más o menos, todos ofrecieron un nivel aceptable, con buenas sensaciones. Quizá Jordán fue el que anduvo más desconectado, errático, pero en términos generales rindió el bloque y salvó la papeleta, que no trámite.
Como tiene que ser, el Sevilla no subestimó a su rival y selló la eliminatoria y su pase a octavos en los primeros 45 minutos, atacando con sentido y con dos goles de Youssef En-Nesyri, que invoca así su versión mundialista, la que hace meses se esfumó por Nervión. Respiro monumental para la entidad y su cuerpo técnico. El delantero da visos de volver. Hizo el 0-1 con un cabezazo imponente, imponiéndose a toda la zaga azulina y aprovechando la espantosa cantada de Ernestas Juskevicius en su salida a por uvas. El centro, de dulce, lo puso otro que apela al compromiso con hechos, el campeón del mundo Acuña. Tres minutos después, el marroquí convirtió el segundo de su cuenta particular, definiendo abajo con contundencia tras un gran robo y asistencia de Lamela. Este último, el argentino, nunca se fue. Estuvo a las duras y ayer que tocaron maduras. La segunda mitad sirvió para que el Sevilla redondeara su festín y completara su 'manita'. Moralmente, esta goleada sólo puede acarrear cosas buenas. A los blanquirrojos les hacía falta un partido así como el comer. Squadrone, en propia puerta, elevó el 0-3 al marcador de Linarejos al despejar de forma horrible un centro de Suso. El omnipresente y necesario Lamela se adjudicó el cuarto de la noche, aprovechando una estética acción de Jordán en la frontal. Y En-Nesyri, a pase de un Navas que tuvo minutos en la segunda parte, cerró su hat-trick para el 0-5. A fichar. Y a por el Getafe el domingo, con las mismas ganas. No queda otra.
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