De la autocrítica a la conjura para el derbi

Primero fue Lopetegui en la rueda de prensa posterior al encuentro el que señaló que no tenía ningún sentido hablar de la actuación arbitral cuando ellos, el Sevilla, habían desaparecido en la segunda parte. Y después, de manera interna, algunos jugadores mostraron el fastidio con autocrítica. ¿Qué paso? Casi todos llegaron a la misma conclusión: hubo demasiada ansiedad. Al margen el penalti, si bien es cierto que esa fue la acción que metió al Lille en el partido, el grupo sabe que en toda la segunda mitad no se exhibió ninguna fórmula correcta para intentar llegar al área rival. Desde que el Lille hiciera el segundo gol, y a pesar de que quedaban 40 minutos, el Sevilla tiró más de corazón que de cabeza. Y así, casi siempre, sale mal. El conjunto galo, crecido por momentos, sí que entendió bien el encuentro y pudo escenificar a la perfección lo que pretendía su entrenador, Jocelyn Gourvennec, de cara a frenar el ataque nervionense. Unieron líneas, presionaron bien, jugaron a la contra y desnudaron a los sevillistas.

Al día siguiente, y si bien el enfado seguía siendo la nota predominante entre los jugadores de Lopetegui, ya hubo quien comenzó a hablar de la necesidad de aprender de lo ocurrido ante el Lille y dar otra imagen bien distinta en el Benito Villamarín. Aunque los jugadores tuvieron día libre, varios escribieron por el canal de whatsapp para tirar del grupo y animar a los más cabizbajos. Es la conjura para el derbi, una comunión que tendrá hoy su próximo capítulo con la charla que tiene prevista mantener el entrenador, Lopetegui, con sus jugadores antes de empezar la sesión de entrenamiento. No es la primera vez que este grupo pasa por una situación delicada, y en el club confían en que la experiencia y madurez de algunos pesos pesados sean claves para la mejora.

Si bien la clasificación para los octavos de la Liga de Campeones se ha puesto complicada, en la entidad nervionense siguen entendiendo que este Sevilla está más que capacitado para ganar dos encuentros en la máxima competición continental, ante el Wolfsburgo en el Sánchez-Pizjuán y frente al Salzburgo en Austria. Hasta la fecha, el Sevilla sólo ha sumado tres puntos de doce, una cifra ínfima para el que estaba considerado como el favorito a liderar el grupo. Los tres puntos se traducen, además, en unos premios muy pobres para lo que está acostumbrado a tener el Sevilla cada vez que juega la fase de grupos. Por resultados, el cuadro nervionense ha ganado sólo 2,7 millones de euros (900.000 por empate).