Un reto mayúsculo como preámbulo de la ilusión

Existe una gran expectación sobre la segunda vuelta que el conjunto catalán va a llevar a cabo, si llegará a desinflarse o si de verdad dará la campanada disputando el título liguero al Real Madrid. El traspiés que el Girona tuvo ante el Almería la semana pasada -empató a cero con el colista- devolvió la mortalidad a un grupo que parecía tocado por los dioses. No obstante, los hombres de Míchel son implacables en casa y el Sevilla tendrá que emplearse muy a fondo para evitar caer por cuarta vez consecutiva en LaLiga. Lejos de pensar en la derrota, Quique Sánchez Flores aseguró en la rueda de prensa previa a este duelo que «acostumbrarse a ganar es vital». «Cada vez que ganamos, debemos consolidar esa victoria, que es lo más complejo. A la velocidad de crucero a la que ya va la competición, es complicado mantenerse ahí, pero es necesario hacerlo. Más allá del buen trabajo, pongo por delante el resultado para cambiar el rumbo», explicó el entrenador en referencia al duelo del Coliseum.

No en vano, la victoria de los octavos de final sacó a la superficie la rabia y la ilusión de un grupo que se está recomponiendo. Las tres incorporaciones de invierno, además de los jugadores que han salido de la enfermería, han dotado al técnico sevillista de más recursos para poder plantear cada partido y de nuevas ilusiones y ganas por competir. El Sevilla tendrá que tomarse el duelo ante el Girona como otra eliminatoria, ya que si se descuida demasiado puede ser eliminado de la élite de la liga española. La derrota del Cádiz en Mendizorroza ha salvado al club hispalense de arrancar esta jornada en puestos de descenso, pero sólo un punto lo separa de esta línea caliente. Es de recibo pues, que el Sevilla se plante en Montilivi con las mismas ganas de competir que mostró ante el Getafe.

Puntuar es el objetivo principal, el deseado es ganar, pero perder provocaría un nuevo paso atrás difícil de encajar. Quique Sánchez Flores podrá contar con Nyland, el guardameta vuelve a una convocatoria tras permanecer dos meses lesionado. El noruego aún no ha disputado ningún partido con Quique como entrenador y, ahora, el madrileño tendrá que hacer una elección sobre quién ocupará la portería como titular. Nyland se convirtió en el guardameta de referencia de los últimos duelos de Mendilibar en el Sevilla, algo que dio continuidad Diego Alonso hasta que el noruego cayó lesionado. Otro que podrá estrenarse también será Erik Lamela, quien estuvo convocado ante el Getafe pero no disfrutó de minutos. Además, el flamante jugador del Sevilla, Hannibal Mejbri, será otra de las piezas nuevas que el sevillismo tendrá ganas de ver en acción. Agoumé ya tuvo algunos minutos residuales en el duelo copero y no sería de extrañar que entrara en el once inicial ante la sanción de Soumaré por acumulación de tarjetas. En el ataque, todo parece indicar que el técnico madrileño apostará de nuevo por Isaac Romero, teniendo en cuenta que viene de hacer doblete y, actualmente, es el punta más fiable del Sevilla. Desde que subió al primer equipo, Quique le ha ofrecido la titularidad al lebrijano por delante de Rafa Mir y Mariano. El murciano está descontento con su situación en el equipo, a pesar de haber marcado en el duelo frente al Alavés en el Sánchez-Pizjuán, mientras que Mariano acaba de reincorporarse de una lesión y aún está recuperando sensaciones.

Por su parte, el Girona depende de sí mismo para seguir siendo líder una semana más de Primera División. Su empate ante el Almería en el Power Horse Stadium la jornada pasada fue un traspiés en su carrera por el título, un mal sabor de boca que se eliminó con la holgada victoria de los catalanes en la Copa del Rey ante el Rayo Vallecano por 3-1. El Girona nunca ha pasado a las semifinales de este torneo, una barrera que tiene a tiro derribar si logra vencer a su rival de cuartos de final, el Mallorca, el próximo miércoles. No obstante, habrá que ver si la plantilla de Míchel tiene gasolina para abordar hasta al final ambas competiciones.

Por el momento, tendrá que enfrentarse hoy al Sevilla sin su hombre más importante: Aleix García. El mediocentro, que ha jugado todos los minutos ligueros, fue expulsado en la anterior jornada y no podrá disputar este duelo en Montilivi. Un hueco muy importante en la medular del conjunto catalán, que podrá ser ocupado por el colombiano Jhon Solís. Se trataría de la primera titularidad del jugador en un duelo liguero. Otra duda para el once de Míchel es la de Eric García. El jugador sigue recuperándose de su lesión y no es segura su participación ante el Sevilla. Quien sí estará, y como titular, es Juanpe. El central fue sustituido el pasado miércoles, ante el Rayo, por culpa de unas molestias, aunque se ha estado ejercitando con el grupo este sábado y formará en el eje de zaga con Blind. En las bandas, volverán a estar Savinho y Tsygankov y, en la delantera, Dovbyk. El ucraniano es el cuarto máximo goleador de LaLiga con once goles.

Con este panorama, el Sevilla tiene la titánica tarea de puntuar e intentar revertir su situación en el torneo liguero aprovechando las bajas del rival. Además, un buen resultado en Montilivi aseguraría energías y moral para afrontar los cuartos de final de la Copa del Rey, que tendrán lugar el próximo jueves. Una visita al temido Metropolitano, otro escenario mayúsculo para los nervionenses, que tienen mucha fe depositada en el torneo copero. Ganarlo sería la única vía por la que el Sevilla podría acceder a Europa la siguiente temporada, aunque ahora mismo esto sea una utopía.