EL SCALEXTRIC
Tocados del ala
El Red Bull de Vette cada vez parece más un minotauro, y a nosotros nos tocó una tragedia griega

En Sepang , en tierras de Malasia , no podía esperarse otra cosa que una de Salgari . Pero no de las más divertidas. Aunque hubo algunos arcabuzazos interesantes y episodios de fuego granizado.
En la salida, todos al abordaje, con los Renault de Heidfeld y Petrov tirando estocadas, Alonso , acorralado, defendiéndose como gato panza arriba con el cuchillo entre los dientes, los McLaren pillaron buena mar, y Vettel a lo suyo, viento en popa a toda vela.
El cielo dejó escapar algunas gotillas y miedo en el cuerpo para todos. Pero finalmente, la tormenta de Mompracem se quedó en marejadilla, más aún, se quedó en agua de borrajas, casi calma chicha de no ser porque a alguno como Fernando se le encasquilló el arma más de lo debido en una de las entradas a boxes. Aunque en unas vueltas se puso tras la estela de la nao capitana del Imperio Británico de Hamilton , pero eso sí, el alerón trasero de Sandokán Alonso más bien parecía una alita de pollo. Así no hay quien vuele.
Y después de tragarse la aleta de estribor del barco del inglés y astillarse el alerón delantero, sólo quedaba caer en picado. Desarbolada la mayor, la cosa para nuestro paisano se fue a pique. Otra vez, pelillos a la mar.
El Red Bull de Vettel, con kers o sin kers, cada vez parece más un minotauro o, mejor aún, un alado pegaso. Al final, para nosotros, más que de una Salgari nos tocó una tragedia griega o, por lo menos, un melodrama. De nuevo, acabamos bien, pero qué bien tocados del ala.
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