El Betis le enseñó el camino al Liverpool
Si el Madrid pensaba en los béticos como sparring amigo para su final de París, le salió rana. No creo que los ingleses le jueguen con tanto desparpajo
Jugadores del Real Madrid y el Real Betis, durante el encuentro jugado en el Santiago Bernabéu
Betis y Real Madrid se hicieron el pasillo, pero ninguno llegó hasta el final de él para cocinar el gol en su último partido liguero de la temporada. Bien es verdad que Joaquín calentó la freidora y a punto estuvo a cinco minutos del final ... de amargar un poco más el gris fin de fiesta merengue. Si los madridristas pensaban en los béticos como sparring amigo para su final de Champions de París, le salió rana. Será difícil que el Liverpool le juegue con tanto desparpajo como los de Pellegrini ayer, sólo faltos de más paciencia y acierto al pisar el área de Courtois.
El Bernabéu se convirtió para los verdiblancos en lugar de convergencia del pasado y el futuro, de añoranzas y de deseos, de satisfacción por lo realizado y la esperanza de que todo lo bueno sucedido sólo es el comienzo de algo muchísimo mejor. Era el adiós con el corazón de Joel Robles y Tello y el deseo de corazón de Bellerín, ayer ausente, de que la despedida fuera sólo un «hasta luego», como lo atestiguaban sus lágrimas una semana antes en la soledad del Benito Villamarín. También una cita con el futuro simbolizada por un Dani Ceballos hoy por hoy madridista, que ha agotado todo su arsenal de guiños a su ex equipo, al que desea volver. Asímismo, la meta de la Castellana se convertía en la salida hacia una nueva era tras saciarse, con la conquista de la Copa, una aspiración de años y quedarse a las puertas de un logro, el de la plaza de Champions, que asegura un crecimiento deportivo y económico sostenido de hacerse crónica.
La transformación del penalti por parte de Miranda en la final de La Cartuja, convertida ya en icono por parte del beticismo, hay ahora que transformarla en el gol que cambió la vida del club. Ángel Haro y Jose Miguel López Catalán han logrado que fragüen unos cimientos sólidos, Manuel Pellegrini está levantando el edificio y ahora le toca a Antonio Cordón, se supone que en el futuro próximo con más margen de tesorería, dotar al entrenador de mejores materiales. De eso va a depender que el sobresaliente de hoy pueda ser matrícula de honor mañana.
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