¡Que suene la música!
El Betis llega al partido cotizando al alza, mientras el Nottingham Forest se debate en la duda hamletiana del ser o no ser
La Royal Philarmonic Orchestra actuará hoy de telonera en el estadio de La Cartuja. Lo hará en 'playback' y ejecutando el himno de la Europe League, que existe, como Teruel. Después le tocará a los grupos principales, Real Betis y Nottingham Forest, ... protagonizar el primer concierto europeo de la temporada 2025-26. El sorteo de agosto deparó a los verdiblancos unos rivales de postín en casa (Feyenoord y Olimpique de Lyon, además de los británicos) y asequibles fuera, por lo que hacerse fuertes en Sevilla garantizaría estar entre los ocho primeros una vez completada la fase de grupos.
Los de Pellegrini llegan al compromiso cotizando al alza, tras un comienzo dubitativo en la Liga, mientras los ingleses se debaten en la duda hamletiana del ser o no ser en la Premier. Cinco puntos en otras tantas jornadas han obtenido después de gastarse 185 millones de euros en el mercado veraniego (ojo, el presupuesto anual bético en la 24-25) y figurar en el top 10 inversor europeo. Para tirarse de los pelos, cosa que sí puede hacer su nuevo técnico, Ange Postecoglou, pero imposible para su alopécico antecesor, Nuno Espírito Santo.
Sin Isco, con Antony preparando aún su chistera y Lo Celso queriendo sacar de ella aplausos en lugar de abucheos, el Betis se ha convertido en el equipo más rematador de la Liga, sólo por detrás del Barcelona. Palabras mayores que tienen en el 'vocalista', Ez Abde, su mejor exponente. De estar expuesto en el escaparate para su venta, a convertirse en el principal pilar ofensivo del equipo, confirmando que su final de temporada pasada no fue, como en otros tramos de su carrera, un espejismo.
Pero no sólo de asustar al portero contrario se vive en el fútbol. Conviene preservar la salud mental del propio. Los rivales de hoy, a falta de fútbol, presionan como muelas de molino y no es la salida del balón una de las virtudes de la defensa verdiblanca. Sólo una portería a cero en seis partidos no debe hacer feliz a un Pellegrini que cifra en 40 tantos encajados el límite para regalar los oídos de la afición con el himno de la Champions.