Rodri: «La felicidad es lo más importante»

El bético cuenta cómo desde niño recorría kilómetros para poder ir a entrenar desde Talayuela (Cáceres) . «Tres días a la semana recorría junto a mis padres 400 kilómetros para poder ir a entrenar ». Gran parte de su etapa formativa la pasó lejos de su casa, de su familia, de sus amigos, algo a lo que no quiso renunciar. «Era pequeño, me sentía solo, no estaba a gusto e iba a ir a peor. Junto a mis padres tomé la decisión de bajarme al pueblo, disfrutar y volverme a reenganchar de todo, de fútbol, amigos, ...».

Cuando el Betis llamó a su puerta, el jugador decidió posponer su incorporación: «En enero bajé a Talayuela y en marzo me llama el Betis para hacer unas pruebas, porque ya me habían seguido de años anteriores. Fui a hacer una prueba, les gusté y me dijeron que ya me quedase allí... pero era precipitado porque otro cambio en mi vida iba a ser muy duro para mí. Venía de A Coruña de haberlo pasado mal y necesitaba estar con mis amigos y mi familia en casa . Les dije que no, que para ese tiempo no iba a estar bien y que me iría al próximo año si me llamaban».

Y lo volvieron a llamar, y así comenzó una etapa llena de triunfos y alegrías. La pasada temporada se proclamó campeón de la Copa del Rey. Un momento especial que, a pesar de que su padre nunca ha ido a verle al Benito Villamarín , disfrutó junto a todos los suyos en La Cartuja. Recuerdo que lleva para siempre dibujado en su piel. La historia de Rodri se resumen en una frase: «La felicidad es lo más importante».

Este próximo martes, ante Francia, disputará un nuevo partido amistoso con la Selección Española sub-21, con la que espera llegar a lo más alto en el Europeo del próximo verano.