Un inoperante Coosur Betis reactiva al Real Madrid (93-69)
Los blancos marcaron distancias desde el primer cuarto (27-12) y dejaron el pleito resuelto al descanso
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Iniciar sesiónNada de lo inicialmente presupuestado para competirle al Real Madrid , o al menos intentarlo, supo trasladarlo a la pista el Coosur Betis , desintegrado en cuanto Campazzo comenzó a mover la pelota y activar a sus compañeros con una deliciosa circulación de ... balón que los verdiblancos no obturaron en casi todo el primer periodo. Casi como un calco del duelo en Sevilla de diciembre se tratara, coser y cantar para la tropa de Pablo Laso, al Real Madrid le bastó con el primer cuarto para encarrilar el encuentro gracias a un 27-12 de salida que marcó el desarrollo del partido y retrató las debilidades del Betis, muy inferior en todos los terrenos hasta que llegó al descanso . Sin presencia interior ni en ataque ni en defensa sufrió de lo lindo, una tortura resultó, y le puso la alfombra a su rival para que el Real Madrid esprintara, se gustara y llenara el depósito de confianza a pocos días de su debut en la Copa del Rey.
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Sin disciplina defensiva, actitud ni agresividad sólo espera el descarrilamiento en la cancha del Madrid, donde cada concesión tiene un elevado peaje. Todo fueron facilidades por parte del Betis , que no supo qué hacer con el partido desde que, al poco del arranque, un triple de Green situara el 4-8 en el marcador. Pintaba bien la puesta en escena verdiblanca (hoy verdinegra), mas fue un espejismo, el comienzo de la debacle. A partir de ahí se esfumó de la pista, arrasado por la apisonadora blanca. Campazzo tenía la firme intención de darle continuidad al recital de asistencias de Berlín (19) y ante el conjunto verdiblanco, tan feble en defensa que por momentos resultó fantasmal, encontró el colaborador perfecto. Se asoció primero con Carroll, autor de dos triples consecutivos que resquebrajaron el plan del Betis, y luego con Tavares, al que todos los pívots verdiblancos, calidad del caboverdiano aparte, le facilitaron el tajo.
Así que entre el excelente metrónomo argentino y el pívot se bastaron para acabar en un santiamén con la tímida oposición del Betis, demasiado frío, tímido o simplemente desconectado. Al primer arreón blanco descabalgó. Como le costó un mundo anotar cerca del aro madridista ante la intimidatoria presencia de Tavares, se alimentó a través del triple en un plan de partido unidimensional e insuficiente para resistir muchos minutos en el WiZink Center. Del 12-9 se paso al 24-9, con el modo trituradora del Real Madrid activado y Campazzo disfrutando. No miraba al aro, sólo al compañero liberado. Acabó el primer cuarto con siete asistencias, su equipo con cinco triples y el Betis, con la lengua fuera, desconcertado y superado. En valoración colectiva sumaba tres créditos por los 42 del anfitrión.
O bajaba al barro o le esperaba una tortura al Betis. Aprovechando la situación, muy favorable, Pablo Laso activó a Llull para que el capitán general se reencontrara con las sensaciones perdidas. Segura, por su parte, buscó y rebuscó soluciones para el juego interior . Con Niang, al fin, encontró algo de más presencia y verticalidad en dos acciones terminadas en canasta, pero el regreso de Tavares a la pista causaría de nuevo estragos a la defensa bética. Defenderlo tan arriba lo dejaba desarmado por la descoordinación de las ayudas en el tablero. Para colmo de males, Causeur entró enchufado al partido y Campazzo, que repartió once asistencias en los primeros veinte minutos, también se animó a anotar. Demasiados fuegos que apagar para tan pocos bomberos vestidos de verdinegro.
Randolph situó los veinte de ventaja a falta de 2.40 para el intermedio (46-26), reflejo de la diferencia abismal que había en la cancha. Al descanso, 53-31. El partido ya estaba roto. En realidad, nunca lo hubo, pero quedaba metraje y el Betis debía resetear y empezar de nuevo sin mirar el resultado. De otra forma no se puede encararse una situación así, tan adversa. Volvió más intenso, el Real Madrid más relajado y, fruto de esa reacción y de los ajustes defensivos introducidos para minimizar el impacto de Tavares en la zona, firmó un parcial de 0-10 (55-41) capitaneado por Green, asumiendo éste la responsabilidad en el tiro. Tan mal vio Laso a su equipo que pidió tiempo muerto y les recriminó a sus hombres esa laxa puesta en escena, sin criterio en ataque ni intensidad en defensa. Y eso que ganaban por 14 puntos. Mas no iba a permitir el técnico vitoriano que sus hombres desconectaran del encuentro y esa reprimenda a tiempo lo impidió, pero aun así ya no todo fue tan sencillo para el Real Madrid, que se había deslizado sobre la pista hasta el descanso.
Más serio estuvo el Betis, mejor puesto . Sipahi al fin atacó a Campazzo aunque se precipitó en alguna ocasión, Green también enchufaba pero se pasó de revoluciones… A trece redujeron la diferencia los verdiblancos (62-49), pero no estabilizaron el quinteto y de nuevo aprovechó el Real Madrid para acelerar. Un parcial de 9-2 colocó el 71-51 y Segura paró el partido ante la posibilidad real de que todo lo bueno que había hecho su equipo al inicio de ese parcial quedara en mera anécdota. No había continuidad, un puñado de minutos buenos que le permitiera competir. Con Borg, AJ Slaughter, Conger, Nacho Martín y Whittington funcionó peor el Betis, 22 abajo a falta del último cuarto (73-51). Pleito finiquitado, por si había dudas, como al final del primero. Nada había cambiado desde el punto de vista contable aunque las sensaciones verdiblancas hubiesen mejorado tibiamente. Hacerlo peor, cierto es, era casi imposible.
Con todo resuelto, el corolario fue un mero trámite . Tan poco interés tenía ya todo que los árbitros hasta parecieron tragarse el silbato en acciones que debería haberse castigado por faltas del Madrid. Pasaron los minutos con el ambiente y los equipos enfriándose, sin apenas noticias que echarse a la boca. Segura le concedió de nuevo el timón a Sipahi, los galones del perímetro a Green y apostó en el juego interior por la veteranía de Nacho Martín, demasiado errático, con Reyes ganándole la partida en el poste bajo. También le dio carrete a Jordan para que vaya recuperando el tono físico. Lo necesitará el Betis. Mickey elevó, con un triple, a 26 la máxima ventaja madridista (84-58) mientras Laso le daba minutos a hombres del banquillo como Laprovittola, Garuba o el señalado Mickey, máximo anotador de los blancos al final con 15 puntos, tantos como Green. A esas alturas, el Betis había desconectado definitivamente y hasta en esos minutos de la basura le costó anotar con cierta facilidad en un partido que se le atragantó desde el inicio y no supo como afrontar en cuanto el Madrid se puso las pilas para evitar sustos y procurarse una mañana plácida y perfecta para preparar la Copa del Rey.
Ficha técnica
Real Madrid (27+26+20+20): Campazzo (8), Carroll (16), Deck (12), Randolph (11), Tavares (13) -quinteto inicial-; Causeur (9), Laprovittola (-), Reyes (4), Garuba (-), Llull (5), Mickey (15), Taylor (-).
Coosur Betis (12+19+20+18): Sipahi (8), Green (15), Conger (6), Enechionyia (3), Jordan (4) -quinteto inicial-; Oliver (3), Borg (2), Niang (4), AJ Slaughter (10), Almazán (4), Nacho Martín (2), Whittington (8).
Árbitros: Pérez Pizarro, Serrano, Benito. Sin eliminados. Vigésima primera jornada de la Liga Endesa. WiZink Center, ante 7.564 espectadores.
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