Canales, una cláusula estratosférica como muestra de fidelidad al club e identificación con la afición

Muchos podrán pensar que el Betis y Canales se han vuelto locos con esa cifra. Pero, aunque no se puede decir que es simbólica porque es la real que aparecerá en los documentos ya firmados por ambas partes, esos 1.000 millones tienen un simbolismo muy importante para el club, el jugador y, sobre todo para los aficionados béticos. Porque Canales, firmando esa cláusula de rescisión, muestra una absoluta fidelidad a la entidad de las trece barras y una tremenda identificación con la afición bética, que le profesa un cariño que es mutuo.

Canales quiere al Betis y a todo lo que rodea a la sociedad bética y, cómo no, también a sus fieles seguidores. Los que lo han jaleado en los sus buenos momentos en lo personal, y también le han apoyado y esperado, porque calidad tiene de sobra para volver a su mejor nivel, cuando le han venido mal dadas. Y todo eso se lo devuelve el futbolista no sólo con un gran rendimiento en el terreno de juego sino con esta muestra de seguridad de que va a vestir la verdiblanca durante mucho tiempo. Hasta tal punto ha llegado su arraigo al club bético que es uno de los capitanes de la primera plantilla.

Canales llegó al Betis en el verano de 2018 y ha sido en Heliópolis donde se ha asentado como futbolista profesional. En el Valencia y la Real Sociedad, sus paradas en LaLiga antes de firmar por los verdiblancos, sufrió lesiones graves en sus dos rodillas que pusieron en peligro su continuidad en el fútbol de élite. Pero con tesón, trabajo y mucho esfuerzo se recuperó y el balompié, y ahora los béticos, lo disfruta cada vez que el '10' coge la pelota para liderar algún ataque del Betis. Además, se cuida como el que más, con tratamientos individualizados para comer y dormir, que le hacen ser uno de los mejores futbolista de LaLiga en su puesto. Incluso ha sido importante para la selección española, aunque se quedara fuera de la última Eurocopa por la lesión que sufrió precisamente contra Alemania en La Cartuja en noviembre del pasado año 2020.

El cántabro firma esta renovación en plena madurez deportiva y personal. En febrero de 2022 cumplirá 31 años, así que al 30 de junio de 2026 llegará con 35 años. Ojalá que el Betis y los béticos lo sigan disfrutando mucho durante este tiempo.