El Betis ha venido a pasárselo bien (2-0)

Y es que el fútbol mostrado por el Betis no aparece en la foto del marcador. Tremendamente superior a un Getafe acogotado y sin recursos para responder. Con Edgar exageradamente solvente atrás , con William Carvalho gobernando desde la medular y multiplicando sus capacidades hasta para robar balones, con un Fekir directo y determinante y un Willian José entonado, con la llama viva, el bloque de Pellegrini percutía una y otra vez hasta deshacer al Getafe entre sus dudas. Hilaba un Betis punzante, con la portería entre ceja y ceja para elevar la cuota de merecimientos comenzando por ese robo alto de William Carvalho (y no fue el único que hizo) que tomó Fekir para irse sin dudarlo al área, movimiento de caderas para decir adiós al rival y que Willian José cazara la presa suelta para embocar y levantar a todo el Villamarín.

Hizo lo mismo un poco después Fekir cuando se hizo con un balón en el centro del campo y fue, fue con esa expectación que genera a su paso, con ese asombro general, con esa producción de ilusión para estampar la pelota en la cruceta y que el campo se cayera gritando su nombre y pidiendo más de esa zurda de oro de la que sólo pueden dudar los errados, que no estaban en esas cuatro esquinas donde se le aplaudió al francés cada vez que iba a sacar un córner. Andaba el Betis en esa fase buscando el segundo, con Juanmi moviéndose en diagonales para bailar con Djené en un duelo interesantísimo y con Canales acostado en la derecha. Llegaba el Betis pero sin mucho remate y así el Getafe respiró hasta el descanso. Camino del túnel de vestuarios, eso sí, pudo comprobar que era Bravo y no Rui Silva el meta bético ya que ni siquiera había tenido la opción de acercarse.

Aplausos en el Villamarín a la fiesta montada por su equipo. Se relamía el bético, se frotaba las manos porque era noche de fiesta. Entra Rodri por Canales. El que está a punto de hacer el 2-0 es Edgar tras córner sacado por Fekir. Otra ocasión. El Getafe no encuentra su sitio, se atasca ante la presión alta del Betis y llega la sentencia. Guido roba y resuelve con un taconazo a Bellerín, quien se va a arriba. Rodri y Fekir son los apoyos para que el catalán llegue a la línea de fondo y ponga el pase de la muerte, un rechace y pelota para Willian José, que vulcaniza al Villamarín. Esto huele a goleada y es Willian de nuevo el que encara a David Soria, que rechaza y Juanmi la echa alto. La única respuesta es una acción de Unal, tras falta a Guido, que es un uy leve. El Betis iba a encadenar contragolpes en tromba con finalizaciones de todos los colores: disparo alto de William, raso de Fekir, al poste de Rodri y Borja (dos). Los 29.825 espectadores repartieron las notas a través de ovaciones . Noche de agradecimientos. De ilusión renovada, de pensar que nada de esto es casualidad. Porque lo que se vivió en el Villamarín es la continuidad de lo que empezó en Los Cármenes y ha seguido ante el Celtic, Espanyol y Osasuna. Un equipo lanzado hacia la portería rival, que cada vez resuelve mejor atrás y que gana en equilibrio. Un Betis que como se dé la noche le regala un saco al oponente. Un Betis que disfruta y hace disfrutar. Ha venido a pasárselo bien.