Análisis comunicacional de Manuel Pellegrini, el orador del Betis

Su inventio , si nos vamos a los fundamentos de retórica de Kurt Spang , donde el romanista explica que es la búsqueda de argumentos preexistentes en base a toda circunstancia, está cargado de honestidad. Pasa igual con su dispositio , esto es, la estructura sana y coherente que mantiene al ordenar su discurso. Y el resultado de su elocutio , la verbalización, lleva al camino más corto de la persuasión. Por esas tres razones tiene cautivado al beticismo. Porque cuando calla sigue estando presente. La afición agradece la integridad de sus palabras; el oficio periodístico, la transparencia de sus razonamientos.

Ir de frente jamás pareció tan fácil. Pero siempre fue lo más complejo de imitar. La lengua verde de Pellegrini no esconde nada en las previas, pero eso tampoco quiere decir que lo enseñe todo. Por eso resulta esencial escanear de pies a cabeza al técnico verdiblanco en todo aquello que no suena: miradas, gestos en una sala de prensa telemática o a ras de césped, lanzando sonrisas cómplices al aficionado que se desgañita a las puertas de un Benito Villamarín con hambre de llave. El chileno sabe cuándo dar ánimos y cuándo ofrecer consuelo, y no huye de firmes correcciones a los jugadores según los contextos. Mantiene una relación respetuosa con el consejo de administración, asume el liderazgo en la resolución de conflictos individuales con la gestión de egos y, entre otras muchas situaciones, da un paso adelante en las charlas previas a cada entrenamiento que abanderan las tres lentes por las que Pellegrini ve este deporte: respeto, compromiso y rendimiento.

José Luis Martín Ovejero se gana la vida observando. Es un reconocido experto en oratoria en la Universidad Complutense de Madrid y profesor en comunicación no verbal, además de un colaborador recurrente en diferentes medios de comunicación que quieren saber qué hay detrás de cada persona para entender lo que pasa delante. Examinar el fútbol de élite no es una asignatura nueva para este abogado, que escudriña cada movimiento de Pellegrini en una selección especifica de vídeos propuestos por ABC de Sevilla en su primer año en Heliópolis: el día de su presentación como entrenador del Betis, las primeras palabras al grupo en pretemporada, su comportamiento en las ruedas de prensa, su actitud en diferentes tutorías en la ciudad deportiva Luis del Sol con jugadores como Joaquín Sánchez, Sergio Canales y Loren Morón, inmersos en diferentes situaciones deportivas a lo largo del pasado curso, y la felicidad final del técnico por conseguir la clasificación de la Liga Europa en Vigo, y ser entrevistado, entre nuevas sonrisas, por la televisión oficial del club.

Martín Ovejero avista en el chileno el carácter de una persona introvertida «por la ausencia casi total de gestos ilustradores , que son aquellos que hacemos con nuestras manos para enfatizar y dar mayor fuerza comunicativa a nuestro mensaje. Esto disminuye, o diría que casi anula, la vehemencia en sus comunicados, al menos los que efectúa de cara al gran público». El autor de 'Tú habla que yo te leo' y 'Miénteme si te atreves', opina que Pellegrini «se comunica habitualmente ante los medios con sus manos cogidas , lo cual le resta eficacia a la hora de transmitir pasión y compromiso con lo que expresa. Pero no pensemos que es porque no lo sienta, es sólo parte de su personalidad», subraya, antes de afianzar dicha condición intimista por, en ocasiones, no mantener la mirada en el interlocutor. «Su cuerpo ocupa el mínimo espacio, y su volumen, velocidad, entonación de la voz son muy planos, algo en consonancia con todo lo anterior. Estoy de acuerdo con lo que él afirma, que a él donde le gusta hablar es en el campo de juego», sostiene.

Para Martín Ovejero, Pellegrini no busca el protagonismo en ninguna de sus intervenciones públicas: «Cuando pasea acompañado de otras personas es frecuente verlo más atrás que le resto». Pero admite que su experiencia le permite llegar al jugador mejorando los vínculos: «Cuando trata de dar consejos o ánimos, lo hace estableciendo contacto físico en la otra persona. Algo que es importante en su caso, dado que a las personas introvertidas, esto les suele costar más. Es muy positivo porque no sólo las palabras comunican, y con ese breve contacto está diciendo claramente: «Estoy contigo, te lo digo convencido»», resume.

Sosegado y sereno, el constante proceder de Pellegrini no da señal de nervio alguno. Pero lo de que la procesión iba por dentro es algo que Sevilla ya sabía desde que llegó la pandemia: «Es un hombre tranquilo . Su gesto de comodidad durante los paseos por el club, con las manos en los bolsillos, y sus movimientos, son de tendencia a la lentitud, así que transmite seriedad y calma », establece Martín Ovejero, que se fija en un rasgo inequívoco del de Santiago de Chile por su natural forma de ser: «Le incomoda el desacuerdo, y cuando se comunica con alguien tiende a no orientar su cuerpo hacia esa persona e incluso se distancia».

Ello no es óbice para comprobar que el preparador verdiblanco es un profesional que se siente seguro de sí mismo y de su trabajo. Y todo eso contagia confianza: «Es interesante ver cómo cruza los brazos, dado que suele hacerlo dejando una mano a la vista, algo propio de personas muy seguras de sí mismas». El experto sella sus propias conclusiones aprobando con nota la exposición del mayor pregonero que tiene el Betis: « Controla muy bien su mensaje y no se precipita. En esta misión le ayuda mucho que hable despacio. Un ejemplo es cuando se refiere a «jugadores con mayor experiencia y más jóvenes», evita decir «mayores» o «con menos experiencia». Utiliza palabras con connotaciones positivas para todos». Términos de Pellegrini que revelan en conversación no sólo lo que dice, sino también lo que calla.