Este percance se produjo en una jugada en el tramo final de la primera parte del Las Palmas - Betis, cuando en el minuto 34 se anticipó a una salida de balón de Coco, central amarillo, y recibió una patada de éste. Iglesias Villanueva, colegiado del encuentro, sancionó a Isco con falta cuando podría haber sido una jugada de peligro para los verdiblancos cerca del área rival.
Isco fue atendido de inmediato por los servicios médicos heliopolitanos por una fuerte patada que podía afectar al tendón de Aquiles. El malagueño salió inicialmente del campo y trató de volver a entrar unos minutos después pero tuvo que tumbarse sobre el césped y pedir el cambio, para lo que salió luego Fekir. Pellegrini señalaba al término del encuentro que su estado debía ser evaluado y apuntaba a una contractura en el gemelo.
El futbolista salió del estadio con muletas y con estos mismos apoyos fue a la ciudad deportiva y a la clínica en la que se ha sometido a las pruebas que han determinado su grave lesión, que trunca el final de su magnífica temporada con el Betis.
La indignación de los aficionados béticos reside en que en la jugada en la que se ha roto su mejor jugador fue castigado con falta cuando el que recibió la patada fue él. Esta jugada se une a otras de Iglesias Villanueva en el mismo partido, como el penalti por manos de Álex Suárez, que no sancionó el árbitro gallego a pesar de ser avisado por el VAR.
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