El Betis, con el espíritu de 2022

Se busca en el Betis repetir las sensaciones de grupo que llevaron al último éito del club y por eso se ha fomentado tanto la unión entre todos y con la dirección deportiva y consejo de administración en las dinámicas previas al derbi y estos cuartos de final, además del choque con el Villarreal. Se quiere en Heliópolis que esta cuenta atrás hasta el final de la temporada sea una sucesión de triunfos que lleve a lo más alto al equipo, es decir: atar un puesto de Liga de Campeones y alzar la Conference League.

Para ello la entidad ha insistido en revitalizar el cántico de «Betis alé» que se popularizó en 2022. «¡Betis, Alé! Real Betis Balompié. Tienes que ganar la Copa. A Plaza Nueva hay que volver», una letra sencilla pero pegadiza y que se puede repetir hasta la saciedad como sucedió en aquel año tan exitoso. Por lo pronto se quiere que sea la banda sonora en la Conference a partir de este jueves ante el Jagiellonia y así el club desplegó la enorme lona de Fondo con la bandera conmemorativa que se entregó a los socios y asistentes a la final de la Copa del Rey y se ha pedido a los aficionados que acudan mañana al Villamarín con la misma para darle colorido.

El «Betis alé» es un cántico que nació en 2019 gracias a que miembros de la grada de animación Gol Sur 1907 importaron su base tomando como referencia al Amsterdam Arena, donde se canta desde hace 20 años por parte de la sección ultra 410, en el viejo Noord, que cantaba lo siguiente con ese tono: «Nos impulsa la pasión, nadie puede detenernos, cantamos, saltamos y gritamos, por nuestro club de Amsterdam». En 2014 pasó a llamarse «90 minutos de duración» apelando a su repetición constante. El primer día en el que rompió en el estadio holandés fue ante el NAC Breda en septiembre de 2014 y desde entonces está presente en cada partido del Ajax: «'Durante 90 minutos, frente a nuestro club de Amsterdam, manicomio en las gradas, nadie puede detenernos». La interpretación es siempre con los hinchas entrelazados y de espaldas. Eso se trasladó al Villamarín asociado con el éxito del caminar verdiblanco en la Copa del Rey hasta el triunfo que devolvió al beticismo a la mítica Plaza Nueva.