Vale. Bale ya está aquí. Y ahora el asunto es saber qué hacer con él. En otras palabras, dónde ponerle. Para empezar, está por ver cuándo puede salir al terreno de juego con la camiseta blanca. El club tiene pensado ponerle un plan de entrenamiento especial de dos semanas. Una especie de pretemporada que es imperativa puesto que el jugador no ha disputado un partido oficial desde el pasado mes de julio. Es cierto que es un portento físico y que, según todos los preparadores que ha tenido, necesita la mitad de tiempo que el resto de jugadores para ponerse en forma.

De hecho, los dos partidos que Gales tiene que jugar estos días ante Macedonia y Serbia servirán para medir su estado. Aunque lleva mucho tiempo sin jugar, el futbolista asegura que se encuentra bien y listo para saltar a defender sus colores. El seleccionador, Chris Coleman, señaló al respecto que «en la última sesión que estuvo con nosotros (a mediados de agosto) se entrenó sólo con el fisio. Después de eso nada, no le hemos podido seguir. Tenemos que hablar con él y saber cómo está. Hasta el viernes será duda. Vamos a ver cómo evoluciona física y mentalmente en los próximos dos días. No jugó contra Irlanda en el último amistoso porque no estaba en condiciones. Tiene que progresar para estar en su mejor forma. Además, hay que ver ahora cómo soporta la fuerte presión que ha recibido. Si a él no le va bien, no nos irá bien a nosotros. He hablado con él en los últimos días. Me dijo que después de ser presentado cogería un avión para volver aquí, y lo ha hecho. Eso dice mucho de él».

Del papel que haga en estos dos encuentros dependerá si Ancelotti lo pone ante el Villarreal o lo obliga a pasar las dos semanas de preparación. Hasta el 11 el italiano no podrá contar con él.

Una vez que lo haga la duda es saber dónde lo va a poner. Siendo tan polivalente, tiene muchas opciones aunque de todas las demarcaciones donde puede jugar hay una que esta descartada: la de lateral izquierdo. Cuando Redknapp le quitó de aquella esquina y le puso de carrilero, Bale declaró que no volvería a ponerse el 3 para jugar de lateral zurdo. Así que ya solo quedan cuatro demarcaciones, que son muchas, dependiendo del sistema de Ancelotti. Tal y como están las cosas, lo normal es que el técnico madridista le ponga de carrilero derecho, con Isco en el centro y Cristiano en la izquierda. Eso daría el 9 a Benzema y por detrás estaría el doble pivote que, por ahora, serán Khedira y Modric, y cuando se recupere Alonso ya se verá. Por ahí Ancelotti tendrá dos balas por las bandas, con Isco para dirigir el ataque. Bale ya ha jugado en esa posición, con tendencia a hacer diagonales y disparar en cuanto puede.

Buenos recursos

Esa es una de las ventajas de Bale. Como es toda potencia, con mucha habilidad para el regate o la asociación, es un jugador muy valioso para la contra, pero no tanto contra zagas cerradas. No obstante, hasta contra estas defensas ha encontrado recursos. Lo que suele hacer es tirar un regate muy corto, lo suficiente para abrir ángulo de tiro y enseguida dispara. Como tiene un tiro formidable, suele hacer daño. También se le puede utilizar como lo usaba Villas-Boas, de segundo delantero o de medio punta en la línea de llegada. Y luego su puesto natural, el de carrilero izquierdo, donde solo podrá jugar cuando Ancelotti salga con dos delanteros (Benzema y CR) o con CR de ariete. Si Cristiano se mueve por su hábitat natural, tendrá que buscarse la vida en otras zonas del campo.