Un Beato más beato
Hasta el 21 de octubre se puede contemplar en el Centro Cultural San Marcos la obra reciente (en concreto la de los tres últimos años) del pintor toledano Eduardo Sánchez-Beato
Hasta el 21 de octubre se puede contemplar en el Centro Cultural San Marcos la obra reciente (en concreto la de los tres últimos años) del pintor toledano Eduardo Sánchez-Beato. Con su peculiar estilo (mezclando lo figurativo con lo abstracto y empleando colores llamativos como los rojos y los amarillos) podemos ver cuadros en los que se refleja la experiencia de un viaje reciente al Nepal y a la India . En su obra aparecen mendigos, mujeres con su sari, el contraste entre la pobreza y la riqueza, la búsqueda de la espiritualidad a través del encuentro con la naturaleza, escenas de calle…. También encontramos estampas toledanas , como los roquedos que acompañan al Tajo (como el del Cerro del Bú y la brillante serie titulada «Tarpeya»). En varios lienzos se ocupa del tema de las raíces . No entiendo bien esa costumbre que tienen los pintores de poner en el folleto de la exposición la retahíla de todo su currículo (exposiciones y premios), pues eso carece de relevancia para el espectador. Hubiera sido preferible comentar más datos sobre la visión del artista y, sobre todo, sobre sus cuadros (anotando, por cierto, los títulos). Pero el folleto es lo de menos, pues considero que se trata de una exposición magnífica, en la que aparecen cuadros geniales (como «De lo sagrado y lo profano», en el que se presenta el tema a través de la diferente visión de la vaca: como animal sagrado y como animal destinado al matadero) y que reflejan el personal estilo de su autor. Tampoco falta el erotismo , por ejemplo en cuadros como «La envidia» y «Mar de piedra». Con ese toque oriental Beato se ha vuelto un poco más beato, reflejando una espiritualidad abierta, más que a la meditación (característica del budismo) al encuentro con la naturaleza en una sociedad tan diferente de la europea. Frente a la afirmación de Kipling, que sostenía que «Occidente es Occidente y Oriente es Oriente y nunca se encontrarán», ahora tenemos la oportunidad de disfrutar de un posible encuentro entre Occidente y Oriente gracias a la original pintura del toledano Sánchez-Beato.
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