Emeli Sandé, el estilo de la superestrella que pisa los talones de Adele
En la inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 encandiló al público con «Abide with me», su voz y su clase
Emeli Sandé también se llama Adele . Curioso que dos divas británicas coetáneas coincidan en tantas cosas. Nombre, edad (24 y 25 años), cantautoras soul, sin el aspecto de la típica superestrella, comparten estilo retro y éxito personal y profesional.
Sandé aún no es tan conocida en España como Adele, por eso, cuando millones de espectadores vieron la gala inaugural de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 se preguntaron quién era la joven que cantaba «Abide with me» . Solo ha estado una vez en España, para promocionar su primer disco «Our Vision of Events» , por eso cuando apareció en el estadio todas las miradas fueron para ella, y su micro y la estudiada coreografía que recordaba a los desaparecidos, el momento más reflexivo de la gala.
Vestida por Jonathan Saunders , diseñador escocés como Emeli, hizo su aparición olímpica. Un vestido largo turquesa, sobrio, con efecto «tie dye» hacia el negro bajo el pecho. Nada de adornos ni accesorios. No necesita más para estar perfecta. Estilazo .
Aunque lo que más llama la atención al ver a Emeli Sandé es su corte de pelo : corto con tupé y practicamente rapado en la parte inferior. Así es la cantante que destronó a Adele del número 1 en Reino Unido con su debut, y ahora puede aprovechar el parón maternal para adelantarla.
Una vez superado el peinado de esta hija de padre zambiano y madre inglesa hay mucho más que estudiar de sus estilismos. La cantautora (también como Adele, cuenta sus historias, y además ha escrito para artistas como Alesha Dixon, Leona Lewis y Cheryl Cole), es adicta al «lipstick» rojo, a la máscara de pestañas y a las prendas básicas. «Simple, pero efectivo», define la propia cantante.
Si algo la diferencia de Adele es el riesgo a la hora de vestir
Suele utilizar faldas y vestidos largos, camisetas de rayas marineras, chaquetas vaqueras, o solucionar con gracia una actuación con un simple pantalón negro y una camiseta blanca anudada. Y aunque parezca un look premeditado, suele olvidar los nombres de las marcas de su ropa. Estilo natural, no hecho a golpe de estilista . «La moda es importante en mi profesión porque es bueno expresarse en todas las formas posibles», afirma la cantante en una entrevista. La clave está en los detalles: «Puedes ir con un l ook muy simple y que un accesorio le dé la vuelta al estilismo, mucho mejor que si llevas muchos, o diferentes colores, etc».
Pañuelos en el pelo, sus inseparables Rayban Wayfarer y enseñar poco, practicamente nada, son sus bazas para conseguir tener clase, gastar poco y estar a la moda aunque no sea una chica de 90-60-9 0 . Intenta, siempre que puede, escapar del negro, su color favorito, acudiendo al azul, al coral, al rojo... «En el escenario no me gusta sentir que voy disfrazada, se trata de conectar con la gente». Si algo la diferencia de Adele es el riesgo . Emeli se desmarca de un estilo encorsetado en una época y la sosa corrección de su colega.
Luce varios tatuajes . Todos con mensaje: uno de amor a su prometido, uno por su hermana Lucy, uno con una frase de Virgina Woolf («A room of one's own») y un retrato de Frida Kahlo en el antebrazo. Lleva un piercing en la nariz y estudió cuatro años de medicina antes de dedicar su vida por completo a la música. Si tiene que quedarse con una firma, no lo duda, es Marni. No para de recomendar libros en su cuenta de Twitter, le gusta escribir canciones solo de noche y ha salido de gira con Coldplay. Emelí Sandé. Quédense con el nombre.
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