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En respuesta a la fórmula del profesor Rivero Baute (-E+a)

Señor Rivero, ha vuelto a perder usted la oportunidad de mostrarse como un político de casta

chema ayaso

Desde luego, cuando no se tienen las cosas claras es inevitable que en cada declaración se dejen muestras de ello, con más a menos disimulo. Muchas de la afirmaciones de las que el señor Rivero nos ofrece a todos en su blog (público), además de significar un ataque velado a muchos de las artículos del Título VIII de la Constitución, rayan en la falta de respeto a la inteligencia de los que lo leen sean propios o extraños. Bajo el título "Menos Estado, más autonomía" Paulino Rivero (supongo), redactando el texto en la primera persona del plural, dice:

"Porque las comunidades autónomas hemos impulsado mejoras en educación, sanidad, servicios sociales, infraestructuras, ordenación del territorio, turismo, cultura o deportes, desde los distintos territorios podemos y debemos decir, alto y claro, que en el objetivo de racionalizar y ganar en eficiencia es el Estado el que debe adelgazar de forma importante su estructura administrativa". Y suelta esto y se queda tan ancho a pesar de los pésimos resultados en su gestión, recogidos incluso por la OCDE y de estar entre las comunidades autónomas que registran mayor índice de paro.

Estimados lectores y lectoras, es que si además de leer el artículo con más o menos interés e incluso con algún atisbo de aprecio por su autor, nos detenemos mínimamente en su redacción nos daremos cuenta de que no resiste el menor de los análisis. Hagamos la prueba. Continua es texto diciendo: “Si lo que falla no es el modelo, sino su gestión –y así es-, y si se ha demostrado que los territorios se gestionan mejor cuando las decisiones se adoptan con la cercanía que garantizan las autonomías, es el Estado y no las comunidades autónomas el que debe reducir su estructura. Más autonomía y menos Estado”.

Entonces señor Rivero, si no es el modelo lo que falla sino la gestión que se ha hecho, ¿por qué más abajo en el mismo párrafo promueve usted el cambio de modelo a “menos Estado? El modelo de Estado y el subsiguiente modelo de las Autonomías es el que se recoge en la Constitución en los artículos 2 y posteriormente en todo el Título VIII que como usted bien sabe está dedicado a la Organización Territorial del Estado. Le recuerdo que a medida que las comunidades autónomas fueron adquiriendo competencias, adquirieron también la responsabilidad de su gestión y con ella las de sus resultados que en su caso, en el caso de la gestión de la Comunidad Autónoma de Canarias, dejan mucho que desear. Con lo cual el intentar esconder los manifiestos fallos de los gobiernos de Coalición Canaria en el paraguas del Estado (que hasta hace nada apoyaban), además de vergonzoso por su parte, vuelve a ser un intento de arrimar cualquier ascua a su sardina nacionalista aún cuando la inmensa mayoría de los canarios, en las dos últimas convocatorias electorales no votaron por su opción.

Por otra parte, efectivamente en este país plural que democráticamente creamos entre todos, existen voces que se alzan a favor del independentismo disfrazado de nacionalismo, al igual que las hay que defienden una revisión del modelo autonómico actual y esto último no los acerca a esa visión preconstitucional que usted en tan solo diecinueve palabras deja entrever como apocalíptica cuando en su texto dice: “Esa idea, lanzada por voces que parecen añorar la España política y económica anterior a la Constitución del 78”. Expresiones como esta ya no ocurren nada más que en una mente como la suya que treinta y cuatro años después todavía sigue rumiando aquella España, y que de vez en cuando, tal vez aprendido de algún compañero de viaje, rescata para pretender insultar una vez más la madurez y el criterio político de los ciudadanos.

Pero señor Rivero, cuando usted afirma en su blog que “con más aciertos que errores, el proceso descentralizador del Estado ha avanzado con firmeza, fiel reflejo de la voluntad de los ciudadanos, que demandan, por un lado, más y mejores servicios y, por otro, una administración más pegada a una realidad conformada por diferentes territorios y realidades”, tiene usted parte de razón en el espíritu del mensaje, pero no tanta en el análisis de los resultados. Como usted alcanzará a entender, uno no puede hacer esta observación desde un punto de vista tan sesgado utilizando sutilmente expresiones cuantitativas y generalistas tales como “con más aciertos que errores” porque de esta forma se abstrae estratégicamente la atención de los lectores del aspecto más importante que no es otro que la calidad de lo conseguido. En un lenguaje claro para todos, de tener usted razón no estaríamos como estamos y, esto no me lo podrá negar señor Rivero, cualitativamente ¡no estamos bien! Por eso, tal y como usted propone en su redacción, eso si haciendo suyas las ideas propuestas por aquellos mismos que en su escrito tacha como ecos anteriores al 78, proponer una revisión de aquel modelo autonómico del año 1978 para readaptarlo a la España del siglo XXI no solo no estaría mal sino que por el contrario, sería altamente recomendable, y estará conmigo en que, en todo caso, nada tiene que ver con un cambio al modelo regresivo de la España preconstitucional que por definición ya entendemos todos que estaría en contra de los dictados de la Carta Magna. Con lo cual, este es otro aspecto de su texto que tampoco soporta un debate.

Pero créame señor Rivero, entiendo sus resistencias iniciales ya que de tal propuesta reestructuradora podría derivarse una modificación de los estatutos de autonomía al igual que podría, por fin, iniciarse una ley para la reforma electoral, especialmente para las comunidades autónomas que como la nuestra solo lo beneficia a usted y a su partido tanto en su perpetuación en el gobierno como en la propia existencia como fuerza política.

Tal vez fruto de esas mismas resistencias, entre otras cosas, tiene usted la necesidad de apropiarse de las ideas de los demás hasta el punto que ni tan siquiera las modifica a la hora de expresarlas. Esta circunstancia podemos apreciarla claramente en su publicación cuando propone: “La crisis nos obliga a todos a un indiscutible esfuerzo de austeridad, sin duda, pero esa meta pasa también por la reorganización del mapa competencial del Estado. Aprovechemos estos momentos para avanzar, nunca para retroceder…. Y a continuación utilizando la primera persona (esta vez del singular) continúa diciendo: “entendiendo que se deben evitar duplicidades dando por bueno el precepto de “una administración, una competencia”. Y esto lo expone como una idea propia cuando ha sido una máxima que el Partido Popular ha tenido incluso como eslogan electoral.

Ciertamente señor Rivero, y ya incluso es doloroso decirlo, ha vuelto a perder usted la oportunidad de mostrarse como un político de casta. Hubiera sido una connotación de honestidad a su favor, el hecho de reconocer que las propuestas no son buenas o malas dependiendo de cuál sea su color de origen, sino por si mismas y porque son parte de las soluciones que necesitamos. Sin embargo, ha vuelto usted a dejar pasar ese tren. Ha preferido una vez más dirigirse a los ciudadanos en un texto plagado de intereses personales y partidistas que, como dije al principio, no resiste el más mínimo de los análisis. ¡Una pena…. más!

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