Navantia bota su segundo megabuque de guerra australiano
El «Adelaide» supera con éxito otra fase de su construcción en el astillero de Ferrol
Y de repente, el buque «Adelaide» que los astilleros españoles construyen para la Marina Real Australiana se sumergió en la Ría de Ferrol. Cronómetro en mano para que sucediera a las 17.43 horas, coincidiendo con la pleamar, el por ahora último gran proyecto del naval público coruñés era botado. «Gracias por haber producido este maravilloso barco», afirmaba el vicealmirante Ray Griggs, jefe de Estado Mayor de la Armada del país de las antípodas.
La de ayer no era una tarde más en la ciudad departamental. El ambiente se dividía entre la celebración y la reivindicación. Había un indudable aire de fiesta en Ferrol por la botadura del segundo de los buques anfibios LHD que Navantia lleva construyendo desde febrero de 2011, cuando se comenzó a cortar la chapa.
A lo largo de sus casi 231 metros de eslora, numerosos ferrolanos esperaban a presenciar el bautizo de esta nave de proyección estratégica, basada en el español «Juan Carlos I» -el buque más grande de la Armada española, con capacidad para transportar aeronaves- y gemelo del «Canberra», el primero de los navíos que Ferrol-Fene ha fabricado para Australia y que se terminará en las próximas semanas.
La botadura del barco fue amadrinada por Maureen Banks, viuda de un antiguo comandante de una fragata llamada también «Adelaide». «La relación con Navantia va de éxito en éxito, son muy profesionales y el programa es muy satisfactorio», señaló David Allott, consejero delegado de la compañía de construcción militar y aeronáutica BAE Systems.
Con la introducción del barco en el agua se cumple una nueva etapa de su construcción, que culminará cuando en 2014 sea trasladado hasta William-stown, en Australia. Allí, BAE Systems culminará su construcción. La satisfacción entre Navantia y las autoridades australianas era sobresaliente porque este paso se ha realizado con cuatro meses y medio de adelanto sobre los planes iniciales, lo que propiciará un tiempo mayor de pruebas.
Hasta 1.400 personas
Trabajadores de Navantia protestaron durante el acto tras pancartas en las que reclamaban carga de trabajo para el astillero, algo que podría estar muy próximo gracias a las gestiones de la Xunta con la petrolera Pemex. El vicepresidente de la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales), Federico Ferrer, reprochó la actitud porque «no era el momento».
El «Adelaide» está construido para una tripulación de 243 efectivos, aunque se pueden añadir otras 1.400 personas.
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