Federer y Djokovic, por el número uno

Novak Djokovic y Roger Federer entienden que en juego hay algo más que una plaza en la final de Wimbledon. Se cruzan dos carreras majestuosas, pasado, presente y futuro, y esta vez el premio es incomparable. En el aire está el número uno .

Son las cosas del sistema de puntuación de la ATP, tan difícil a veces de comprender. Resulta que Federer, que no gana un Grand Slam desde Australia en 2010 (más de dos años), puede asumir el liderato siempre y cuando supere a Djokovic y luego se imponga en la final . Es complicado, pero no imposible y menos con Federer en modo activo, dueño del jardín de Wimbledon y campeón seis veces en este verde.

« Es agradable volver a donde he estado tantas otras veces . Normalmente, a partir de semifinales suelo jugar mi mejor tenis. Obviamente, Novak es el vigente campeón y el número uno, así que no va a ser fácil superarle», admite el suizo, a quien la estadística le recuerda que el serbio le ha superado en seis de los últimos siete enfrentamientos. Sin embargo, Federer domina el cara a cara por 14-12.

Hay algo distinto en Federer cuando se compite en Wimbledon. Su tenis se alegra y le acompaña el fervor de una grada que le idolatra, agradecida por tantas lecciones del maestro como la del pasado miércoles ante Mikhail Youzhny. Es cierto que no gana en Londres desde 2009, pero se marcó este torneo como objetivo a principio de año, ambicioso como siempre pese a ganar 16 grandes.

Pero lo que realmente le motiva es volver al número uno . Ahí donde otros dicen que el ránking importa menos, él admite que es una prioridad volver a la cima después de haber estado 285 semanas en ella. Después de tantas alegrías, se quedó a una de igualar las 286 de Pete Sampra s. Es uno de los pocos registros que se le resisten al helvético.

De por medio está Novak Djokovic, a quien inevitablemente se le mide en función de lo que hizo en 2011. Al serbio le basta con superar a Federer y alcanzar la final para mantener el trono, pero quiere recuperar la inercia ganadora después de un año menos brillante. Además, es el vigente campeón.

«Disputar un partido contra Roger, Rafa Nadal o cualquiera de los mejores jugadores es siempre un desafío. Federer lleva en lo más alto muchísimo tiempo y es aquí, en Wimbledon, donde ganó seis títulos», explica Djokovic, ilusionado con la cita de este viernes. «Nunca hemos jugado aquí, veremos qué tal. Yo he mejorado mucho mi juego sobre esta superficie en los últimos años, gané el título el curso pasado y he llegado a semifinales ahora, me gusta la hierba. En el partido contra Roger no tengo nada que perder».