Strauss-Kahn y su esposa se querellarán contra la prensa rosa que anuncie su divorcio
La pareja ni comenta, ni desmiente , ni desea entrar en ningún detalle concreto sobre su matrimonio
Dominique Strauss-Kahn (DSK) y su esposa, Anne Sinclair, han decidido querellarse contra la prensa del corazón que anuncia su «divorcio» o «separación».
La pareja ni comenta, ni desmiente , ni desea entrar en ningún detalle concreto sobre su matrimonio y estado real de sus relaciones familiares y amorosas, que tienen unos veinte años de historia, con hijos de matrimonios anteriores.
Por el contrario, los abogados de la pareja han anunciado una querella «inmediata» contra las revistas sensacionalistas que han anunciado la «separación» y posible «divorcio».
La pareja actúa judicialmente unida , a través de los abogados de la familia, para anunciar la querella, denunciando una «intrusión intolerable» en su vida privada.
Hasta hoy, nadie ha presentado ninguna prueba fotográfica o de otro tipo de la separación o posible divorcio de la pareja. Por el contrario, los abogados subrayan que DSK «está pasando unos días con su hija, en Brasil, y no volverá a París hasta dentro de unos días».
20 años de matrimonio
Cuando estalló el primer escándalo sexual de DSK, acusado de intento de violación de una camarera, en un hotel de lujo, en Nueva York, la esposa reaccionó con una solidaridad absoluta , poniendo su inmensa fortuna (fruto de la herencia de una fabulosa colección de obras de arte) al servicio de la defensa del esposo.
Cuando estallaron los escándalos prostibularios de DSK en Lille, asociado a una banda de prostitutas y proxenetas, Anne Sinclair no deseó comentar el «alcance» de las revelaciones sobre la vida íntima de la pareja, residiendo, hasta ahora, en la misma residencia de gran lujo, en la parisina plaza de los Vosgos.
Han circulado muchos rumores sobre el alcance familiar de los procesos prostibularios en los que sigue implicado DSK. Durante la reciente campaña de las elecciones presidenciales, la pareja hizo una llamativa aparición, del brazo, «muy enamorados», en un antiguo bar prostitulario donde varios líderes socialistas celebraban una «reunión entre amigos». Reunión condenada muy agriamente por Valérie Trierweiler, la compañera sentimental de François Hollande, semanas antes de su elección a la jefatura del Estado.
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