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Argelia se negó a enterrar a Merah, el asesino yihadista de Toulouse

Nadie quería hacerse cargo del cadáver del terrorista, que al final fue discretamente inhumado en Francia

Argelia se negó a enterrar a Merah, el asesino yihadista de Toulouse afp

JUAN PEDRO QUIÑONERO

Mohamed Merah incomoda después de muerto. Argel y Toulouse no querían que los restos mortales del terrorista fuesen enterrados en su territorio, nacional o municipal, pues temían que radicales islamistas pudieran convertir a Merah en «mártir», y su tumba en lugar de peregrinación. Debió mediar Nicolas Sarkozy, presidente de la República, quien pidió que el asesino fuera enterrado con rapidez para zanjar cuanto antes la polémica. Finalmente, Mohamed Merah fue discretamente enterrado en la zona musulmana del cementerio de Cornebarrieu, situado a las afueras de Toulouse, en una ceremonia íntima a la que solo asistieron algunos familiares.

El ambiente ya había sido caldeado —y de forma muy agresiva— por el padre del terrorista, Mohamed Benelal Merah, quien hacía ya años que no tenía relaciones con su hijo ni con su esposa, instalados en Toulouse, mientras que él prefirió quedarse en la Argelia natal de toda la familia. Tras anunciar que se querellaría contra el comando de élite que abatió a su hijo , Mohamed Benelal «exigió» que su hijo fuera enterrado en Argelia, en la región de Medea, a unos ochenta kilómetros al sudoeste de Argel. Deseaba que a su hijo lo enterraran este viernes, beneficiándose de todos los honores de una ceremonia religiosa musulmana de altos vuelos.

El Gobierno argelino advirtió automáticamente de que el entierro de Merah en Argelia podía convertirse en una temible oportunidad propagandista para los islamistas radicales. Comenzó el Gobierno negándose a recibir los restos mortales del asesino, sin hacer comentarios, dejando que un delegado del rector de la Gran Mezquita de París, Abadallah Zekri, explicase el rechazo argelino, de este modo: «En Argel, el Gobierno no desea autorizar el entierro de Merah, por razones de seguridad».

Argelia debe elegir una nueva Asamblea parlamentaria el próximo 10 de abril, cuatro días después de la segunda vuelta de las presidenciales francesas. El ministro francés del Interior, Claude Guéant, visitó recientemente Argel para negociar con su homólogo argelino la mejor manera de «controlar» los movimientos islamistas, para intentar evitar «acontecimientos» inflamables.

Según el vespertino «Le Monde», la opinión pública argelina apoya de forma mayoritaria la decisión gubernamental, y se opone frontalmente a aprobar el deseo familiar de enterrar a Merah en su patria de origen. Desde la óptica argelina «se trata de un problema de Francia con sus inmigrantes y musulmanes nacionalizados franceses».

¿Qué hacer, tras la negativa de Argelia a recibir el cadáver de Merah..? El presidente Sarkozy comprendió que el caso podría envenenarse o pudrirse, rápidamente, si las autoridades no actuaban con rapidez. Sin embargo, el alcalde de Toulouse, Pierre Cohen (socialista), comenzó por negar la autorización correspondiente, estimando que, a su modo de ver, «no es oportuno» enterrar a Merah en su ciudad, y pidiendo un aplazamiento de 24 horas, hasta encontrar un lugar menos «problemático».

Pierre Cohen tampoco nació en Francia. El alcalde de Toulouse nació en Túnez, en Bizerta, de padre militar. Y no comenzó a vivir en Francia hasta la adolescencia. Buen conocedor de la inmigración norteafricana, trabaja desde hace años con varios imanes musulmanes moderados, cuyas mezquitas se han construido con dinero municipal en una de las capitales tecnológicas de Francia.

Entierro negociado

A juicio del alcalde de Toulouse, el entierro de Merah en su ciudad podría precipitar un «temible rosario de problemas, a corto y medio plazo». Pero tras una prolija negociación en la que intervinieron el Ministerio del Interior, la alcaldía de Toulouse y la Gran Mezquita de París —responsable del aspecto religioso de la ceremonia—, acordaron finalmente que el terrorista fuese enterrado sin fanfarrias en un cementerio de las afueras de Toulouse.

Desde la óptica de la alcaldía de la ciudad, era importante encontrar algún lugar fuera de la urbe. Desde la óptica policial y religiosa (moderada), se intentaba acelerar la negociación con el fin de intentar enterrar a Mohamed Merah durante la tarde de ayer, jueves, para evitar la «tentación» de una ceremonia religiosa que pudiera coincidir con las grandes prédicas de los viernes, y que ofreciera una oportunidad propagandística excepcional a cualquier imán integrista.

El cementerio de Cornebarrieu, en la periferia de Toulouse, donde fue enterrado Merah, dispone de un espacio especialmente reservado para los musulmanes franceses. Los representantes de la Gran Mezquita de París, moderados y considerados con respeto en el Elíseo, oficiaron una ceremonia digna, impecable desde el punto de vista formal, pero muy discreta, a la que solo acudieron un puñado de familiares. El objetivo era evitar por encima de todo manipulaciones extremistas.

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