castilla-La mancha
Leandro Esteban: «Trabajo por que no haya huelga; es momento de estar unidos para superar la crisis»
El consejero de Presidencia y Administraciones Públicas concede a ABC su primera entrevista como hombre fuerte del Gobierno Cospedal

«Este Gobierno da la cara», dice el nuevo hombre fuerte de María Dolores de Cospedal en el Ejecutivo autonómico, que el día 29 de febrero se enfrentará al primer paro en la Función Pública
Si sintió algo de vértigo cuando la presidenta Cospedal le propuso ser su nuevo consejero de Presidencia y Administraciones Públicas, la sensación solo duró unos instantes, y ahora sus nuevas responsabilidades son una inyección de adrenalina para este toledano de 46 años que se ha convertido en el hombre fuerte del Ejecutivo castellano-manchego.
—¿Qué le parece que le llamen superconsejero?, ¿se siente imprescindible, con mucho poder?
—Yo soy consejero, y me siento muy honrado, y exactamente igual de consejero que el resto de mis compañeros del Consejo de Gobierno. Y ni poder, ni imprescindible, ni nada de eso.
—Se da por hecho que seguirá siendo portavoz.
—Yo me contaría absolutamente feliz y honrado de seguir siendo el portavoz, del mismo modo que me encuentro absolutamente satisfecho y muy agradecido a la presidenta por formar parte de su Gobierno, que ha sido histórico: el cambio después de casi 30 años de gobierno monocolor.
—¿Obedece este cambio en el Consejo de Gobierno exclusivamente a la necesidad de buscar un buen candidato para la Delegación del Gobierno, o va más allá?
—La Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha tiene una responsabilidad añadida porque es una región muy extensa, con cinco provincias, y hay mucho que hacer, mucho que coordinar y muchos lugares a los que llegar. Creo que el nombramiento de Jesús Labrador es acertadísimo, una decisión magnífica que nos obliga a prescindir de una persona valiosísima dento del Gobierno regional.
—¿Son buenas sus relaciones?
—Son extraordinariamente buenas, lo han sido y lo van a seguir siendo. Además, tenemos una coordinación perfecta y hablamos en muchísimas ocasiones porque tenemos muchos puntos en común en la gestión diaria, con una fluidez propia de dos amigos, que es lo que somos también.
—Quizá esta misma semana la presidenta nombre al nuevo consejero de Empleo. Ya suenan algunos nombres, como el de Carmen Casero ¿Qué perfil debe reunir, a su juicio?
—Yo no puedo hablar de lo que exclusivamente le corresponde a la presidenta y por tanto no voy a entrar en ninguna quiniela
—¿Puede valorar la gestión de sus compañeros en el Gobierno?
—La gestión de todos mis compañeros es magnífica, jalonada de momentos de dificultad extrema cuando ni siquiera como Gobierno hemos recibido un periodo de gracia de 100 días por parte del PSOE. Empezamos desde el minuto cero a recibir críticas de quienes habían originado los problemas a los que hoy nos enfrentamos y debemos dar solución. Este gobierno está dando la cara.
—¿Cómo es ahora su tono vital después de ocho meses en la Junta?
—Mi tono vital es de ilusión, de fuerza y ganas de trabajar por mi tierra. Lo que se hace en los gobiernos sensatos no es trabajar para lo inmediato sino para el futuro y poder conseguir una región mejor. Me niego a caer en el derrotismo de que nuestros hijos van a tener una vida peor de la que nosotros hemos disfrutado.
—¿Tiene tiempo para ver a su familia, a sus dos hijos y su esposa?
—Pues esos son los grandes sacrificados, y solo puedo pedirles perdón.
—Su mujer casi ni le hablará.
—Sin casi (se ríe).
—¿Y merece la pena?
—Yo creo que merece la pena si uno tiene ganas de hacer cosas por los demás. En lo personal es duro porque se emplean muchas horas fuera de casa. Al menos procuro volver a las nueve para ver despiertos a mis hijos.
—¿Qué es lo que más le preocupa como gestor público?
—El empleo es la principal preocupación de los ciudadanos y, por ello, la principal preocupación del gobierno.
—¿Qué han hecho por el empleo desde que Cospedal empezó a gobernar?
—Generar la primera Ley con contenido sustantivo y profundo, la Ley de Emprendedores, de Autónomos y de pequeñas y medianas empresas de Castilla-La Mancha, en el sentido de establecer un marco de ayuda a los que nos pueden ayudar a todos a generar empleo, que son los pequeños y medianos empresarios y los autónomos. Seguimos teniendo muy claro que en el empleo vamos a volcar la acción de gobierno, poniendo encima e la mesa propuestas, —de hecho ya se están poniendo—, para ayudar a la recuperación económica y la generación de empleo.
—¿Por ejemplo?
—Medidas como la que se anunciaban hace pocos días en relación con bonificaciones al autoempleo o la reducción del pago de impuestos en las transmisiones de empresas: eso ya está encima de la mesa. Con el poco tiempo que ha pasado, y la herencia recibida, es un balance positivo.
—Ser político hoy tiene un componente de valentía, en el sentido de dar la cara por algunas medidas que se adoptan y que antes dijeron no se iban a tomar. Rajoy no iba a subir los impuestos y ha subido el IRPF, y ustedes anuncian ahora que recuperan el Impuesto de Patrimonio.
—El Impuesto de Patrimonio lo aprobó el Gobierno del señor Zapatero y a nosotros lo que nos corresponde es cumplir las leyes, nos guste o no. Es rotundamente falso pues que el Gobierno de Castilla-La Mancha haya introducido ese impuesto. No podemos hacer otra cosa en este momento. Otra cosa es que a futuro, y cuando se pueda legislar en esa materia, podamos dar un paso en otra dirección.
-Y Rajoy con el IRPF?
—Mire, en el Gobierno de España está sucediendo algo muy parecido a lo que sucedió en Castilla-La Mancha. Yo me acuerdo de que cuando hablaba de que la deuda en la región podría estar en torno a los 7.000 millones, alguien dijo que yo era un difamador, pero la realidad se ha encargado de decir que nos quedábamos muy cortos. Es muy difícil que uno pueda proponer ningún programa de gobierno sin conocer la realidad a la que se enfrenta. En España como en Castilla-La Mancha los gobiernos respectivos hemos conocido la realidad una vez que hemos entrado en las administraciones, porque los anteriores gestores fueron incapaces de decir nunca la verdad. Por eso hoy hay quen tomar medidas distintas de las que en un momento se pudieron proponer.
—No le veo yo a usted sentando en el banquillo a Barreda por no haber gestionado bien el dinero público.
—A José María Barreda, en tanto que persona, no le deseo ningún mal y me merece todo el respeto del mundo, pero como gobernante tengo que decir que mintieron deliberadamente cuando hablaban de las cifras de deuda, del déficit, de la tesorería de la Junta; que ocultaron deliberadamente que existían facturas en los cajones. Y que eso es indigno, impropio, y no debe tener solo la consecuencia política de perder las elecciones. Yo no sé si el encaje jurídico o penal es posible o no, pero yo estoy en la calle, y yo sí oigo en la calle un clamor de mucha gente pidiendo responsabilidades inmediatas y ciertas a los gobernantes.
—¿Con la política tributaria que ahora encaran se acabaron las subvenciones en Castilla-La Mancha?
—No quiere decir que se acaben las subvenciones, pero sí que hay que recuperar, implementar y creer en la política tributaria. Se puede hacer muy buena política social también por la vía de los tributos, intentando ayudar a los que menos tienen y que existan unas condiciones previas que puedan utilizar todos de manera inmediata, como es la vía de establecer deducciones en el IRPF.
—Desde que el Gobierno de Cospedal tomó posesión, la sociedad castellano-manchega está en ebullición. Movilizaciones, manifestaciones y para el 29 de febrero está fijada una huelga en el sector de los empleados públicos. ¿Cómo ha conseguido en los pocos días que lleva como consejero de Administraciones Públicas que el sindicato mayoritario, CSI.F, se descuelge del paro?
—Yo lo que agradezco a CSI.F es la actitud que ha tenido; me parece una actitud loable, madura y responsable. He tenido algunas conversaciones con ellos, absolutamente incipientes, y en este momento yo agradezco ese acercamiento. Desde aquí digo que la puerta de mi despacho, mi teléfono y mi tiempo están absolutamente a disposición del resto de sindicatos.
—Y si llegan a hablar con usted, ¿qué puede ofrecerles?
—Ante una situación absolutamente excepcional como la que tenemos en este momento, que nos obliga a tomar medidas excepcionales y muy duras, —pero que hay que tomar—, yo creo que es un magnífico momento, grande en la historia de nuestra región, para poder hacer todos un ejercicio de responsabilidad y unirnos frente al problema; aplazar las diferencias, tratar de sentarnos a hablar, e intentar ponernos de acuerdo para salir adelante.
—¿Pero usted los comprende?
—Yo comprendo que las medidas duras de ajuste que se han tomado en algún momento pueden provocar situaciones de desencuentro. Me pongo en el lugar de las organizaciones sindicales y creo que el deber de todos es el de seguir dialogando para buscar soluciones en estos tiempos difíciles, donde todos tenemos que arrimar el hombro. Yo espero, trabajo por ello, que esa huelga no se llegue a celebrar para dmostrar que Castilla-La Mancha está unida en torno a la recuperación económica. Aquí nadie es más que nadie y nadie es menos que nadie. Y en ese plano de igualdad es desde donde debemos resolver los problemas, un plano de grandeza en un momento delicado.
—¿Se han planteado retirar el Plan de Garantías de los Servicios Sociales Básicos, origen de la huelga?
—Es que no podemos.
—¿Ni modificarlo?
—El problema no es que no se pueda, es que el camino elegido tiene un objetivo superior: garantizar los servicios sociales básicos en Castilla-La Mancha. Estamos hablando del estado del bienestar en la región, de garantizar la sanidad pública, gratuita y de excelencia; de garantizar la educación pública gratuita, de excelencia, para que los servicios sociales se puedan seguir prestando.
—Parte del sistema educativo son los libreros, que están que trinan porque la Junta no les paga. Pero, ¿puede decirse que el Gobierno Cospedal ha acabado con la gratuidad de los libros de texto?
—No, en absoluto. Lo que estamos intentando es que ningún niño que los necesite pueda quedarse sin libros.Hay personas a las que les hace mucha más falta una ayuda para poder adquirir libros que a otras. Por tanto, se puede utilizar más dinero para las personas que menos tienen, y menos dinero para los que menos lo necesitan. El derecho a la educación, la sanidad y los servicios sociales es la esencia del estado de bienestar. Eso es lo que nos obliga a tomar medidas que en muchas ocasiones no generan simpatías, pero yo espero que muchas de ellas son medidas temporales, que tienen vuelta atrás, medidas que en el momento en que podamos tener una situación económica y financiera mejor, puedan retirarse.
—La sanidad es también que los hospitales estén limpios y ya hay paros de las limpiadoras que llevan meses sin cobrar porque sus empresas no les pagan por los impagos de la Junta. ¿Puede esperar eso al calendario de pagos de finales de primavera?
—Se van haciendo pagos puntualmente en la medida en que la situación de tesorería lo permite, y por parte del consejero se han ido arbitrando soluciones coyunturales a momentos concretos. Yo comprendo que eso no es una solución, pero la realidad es que partimos de una situación de colapso financiero que muy poco a poco se está remontando y muy poco a poco vendrá la solución. Y aquí quiero recordar la celebración del primer Consejo de Política Fiscal y Financiera, que el Gobierno de Zapatero estuvo sin convocar meses y meses haciéndole una jugada a esta región sin permitirnos desbloquear una situación que en estos momentos nos tiene absolutamente colapsados: la imposibilidad del Gobierno regional de poder acudir a una operación de prástamo con bancos o con entidades financieras.
—Con respecto al nuevo hospital de Toledo. ¿qué va a pasar con él; sigue paralizado?
—El Gobierno está adoptando medidas para darle una solución y que Toledo tenga un hospital nuevo, créame. Espero que muy pronto veamos movimiento.
—Otros dos temas con los que va a tener que lidiar la Junta son el trasvase Tajo-Segura y el almacén de residuos nucleares en Cuenca. ¿Como los van a gestionar ante las criticas?
—El PP ha defendido siempre la necesaria redacción de un Plan Hidrológico Nacional y el principio de la prioridad de la cuenca cedente. A la existencia del trasvase se ha unido la nula construcción de infraestructuras hidraulicas por parte de los gobiernos socialistas. Me viene a la memoria la famosa frase de un socialista a otro (y no es un chiste): «Jose Maria, te has cargado el trasvase». En lo relativo al Almacén temporal centralizado de residuos nucleares, desde el dia que supimos que el Consejo de Ministros aprobaba su instalación en Villar de Cañas, manifestamos todo lo que puede suponer para una provincia tan deprimida como Cuenca esta infraestructura, hablamos de unos mil puestos de trabajo, la mejora de las comunicaciones y de oportunidades para nuestros ciudadanos. El PP ha defendido siempre un mix energético.
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