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Rueda da comienzo a una vendimia «temprana» por las temperaturas

El calor ha adelantado la cosecha en las 9 denominaciones, que confían en mejorar losdatos de 2010

Rueda da comienzo a una vendimia «temprana» por las temperaturas ical

ISABEL JIMENO

Tijeras afiladas y a punto y máquinas perfectamente engrasadas y listas para empezar. Algunas, de hecho, ya han comenzado a moverse. La vendimia ya está aquí, un poco antes de lo habitual. Los primeros racimos ya se han separado de las vides. La templada primavera, el calor de finales de junio y la nueva ola de los últimos días ha adelantado un poco la época esperada con anhelo por los viticultores durante todo el año. Después de muchos desvelos y días y días mirando al cielo —ese aliado que no siempre responde a gusto de todos— llega el momento de vendimiar. De ver morir a la uva para que inicie una nueva vida, para la que realmente está concebida y cuidada con mimo: exprimirse, transformarse en mosto y después, con buen hacer, paciencia y tiempo, en los ricos y reconocidos vinos de Castilla y León, amparados por nueve denominaciones de origen y otras tantas indicaciones geográficas protegidas que velan por su calidad.

Aunque el grueso llegará en septiembre y en algunos casos deberá aguardar a octubre, Rueda ya ha dado por inaugurada la fiesta y el incesante trabajo. Algunas bodegas han comenzado a recolectar los primeros racimos. Las uvas blancas de la variedad Suavignon Blanc son las primeras en llegar a las prensas en esta vendimia «temprana» respecto a lo habitual, según el Consejo Regulador de la denominación veterana de la región, integrada por 72 municipios (53 al sur de Valladolid, 17 al oeste de Segovia y el resto en Ávila).

El calor ha acelerado la maduración del preciado fruto y, en unos días, a principios de septiembre, una semana antes de lo normal, comenzará la recolecta de la variedad verdejo, la principal de esta denominación con 1.700 viticultores que en 2010 comercializó 50,18 millones de botellas.

El no excesivo frío en marzo y abril ya adelantó la brotación, aunque desde el Consejo Regulador aseguran que esto «no afecta a la calidad» de estos blancos que siguen sumando hectáreas adheridas. Esta temporada hay 700 de hileras de viñedos más que hace tres. Por eso, aunque las previsiones apuntan a que el rendimiento por hectárea «será algo inferior», confían en superar los 76.561 kilos de uva recogidos y certificados en 2010.

En torno al 5 y 7 de septiembre se iniciará la vendimia en el Bierzo ya que la maduración «está un poco adelantada». Quedan días cruciales por delante, pero las previsiones son optimistas. Se esperan 23 millones de kilos de uva, frente a los 13 millones de hace un año, cuando las heladas hicieron estragos.

A mitad de septiembre

Sobre el 12 de septiembre, unos ocho o diez días antes de lo que preveían a tenor de la bajada del mercurio en el julio menos cálido desde 2002, esperan comenzar a vendimiar en Cigales, donde la aceleración del ciclo vegetativo al principio hizo pensar incluso en algo más adelantado. La lluvia de hace unos días «ha venido de perlas» y las uvas están «muy sanas», así que en esta denominación que abarca 574 kilómetros cuadrados en torno al río Pisuerga, en la provincia de Valladolid, y cuenta con 500 viticultores confían en alcanzar los ocho millones de kilos.

Una fecha similar manejan en el Consejo Regulador de Vinos de Tierra de León, aunque quedan por delante unos días que serán claves para marcar el inicio de una vendimia que esperan cerrar con cuatro millones de kilos de uva, algo más que los 3,8 cosechados en 2010.

También para mediados de septiembre, una fecha «normal» que siempre oscila una semana más o menos, tienen previsto comenzar a vendimiar en la Denominación de Origen Toro, que, eso sí, el año pasado recogió los primeros racimos el 25. Aunque en un principio el ciclo vegetativo se adelantó, las «noches heladoras» de julio y principios de agosto pausaron el ciclo de una cosecha que se prevé «mejor» que la del pasado año, cuando se recogieron 17,5 millones de kilos de uva. Aunque desde el Consejo Regulador de esta zona con 5.700 hectáreas de viñedos al sudeste de Zamora advierten de que aún es pronto para una estimación certera, las lluvias primaverales y la ausencia de heladas como las que la pasada campaña mermaron la cosecha hacen prever que en las tierras de los 1.200 viticultores adscritos puedan recuperarse las cifras de 2006 tras tres temporadas de caídas.

Hacía el 23 septiembre esperan comenzar en Tierra del Vino de Zamora. Una fecha «normal» para la recogida de la materia prima de estos caldos, aunque algo más «adelantada» respecto a la anterior vendimia. Las temperaturas de los próximos días serán claves en el envero que ya ha comenzado. Del verde a los dorados y los rojos y morados, las uvas empiezan a cambiar de color hasta madurar. Será el momento de su cosecha, con la esperanza de lograr 930.000 kilos de uva en las 8.000 hectáreas de viñedo, en torno a un 21 por ciento más que en la anterior campaña.

En octubre

En Arribes, que el año pasado entró en los viñedos el 26 de septiembre, las previsiones apuntan a que éste sea un poco antes, con una estimación de recoger 1,2 millones de kilos, «un poquito más» que en 2010.

«No antes del Pilar» creen en la DO Arlanza que comenzará la vendimia. Al principio, sí se adelantó el ciclo, pero las bajas temperaturas de mitad de este estío atípico lo ralentizaron. Las condiciones de septiembre serán «imprescindibles» para fijar la fecha en la que se recojan los racimos de las cepas en esta zona vitivinícola de Burgos y Palencia y hacer una estimación de la cosecha. En principio, se espera superar la de 2010, reducida por las heladas, y alcanzar los 1,25 millones de un fruto con el que en el Consejo Regulador están «contentos» por la cantidad y calidad en una campaña sin grandes plagas y en la que sólo el pedrisco en unas zonas concretas pone la nota más amarga.

Y aún es pronto para calcular cuándo comenzará a vendimiarse en Ribera del Duero, la última en hacerlo, ya que habitualmente empieza en octubre y las temperaturas de septiembre serán claves para que la uva alcance el punto óptimo en esta DO que en 2010 recolectó 71,14 millones de kilos.

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