El PP acusa a Rubalcaba de querer abandonar a 15 millones de españoles
Advierte que «estas son las consecuencias» de suprimir las diputaciones. Cospedal pide al PSOE que se ponga de acuerdo antes de lanzar su propuesta
Los populares se están aprovechando de las contradicciones del candidato socialista Alfredo Pérez Rubalcaba sobre si suprimir primero, y transformar después, las diputaciones provinciales, para poner en evidencia las consecuencias que podría tener esta medida para los ciudadanos. Si Rubalcaba dice que el coste de quitar de en medio mil diputados provinciales es de mil millones de euros, la secretaria general de los populares, María Dolores de Cospedal , le respondió ayer, tras la rueda de prensa celebrada después del Comité de Dirección presidido por Mariano Rajoy, que la eliminación de estos entes provinciales supondría que «quince millones de españoles que viven en pequeños municipios quedarían desasistidos. Estos ciudadanos están asistidos gracias a las diputaciones».
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Este abandono de los ciudadanos no supone que los populares no apuesten también por la austeridad. Aún más, la dirigente popular sostiene que el problema no es la existencia en sí de estas administraciones, sino la forma de gestionarlas, «con austeridad o con despilfarro del dinero público» . En este punto ponen como ejemplo las medidas que los nuevos responsables populares están aplicando en las diputaciones que han conseguido gobernar. «Hay diputaciones provinciales que, tras las elecciones del pasado mes de mayo, han hecho grandes planes de austeridad, mientras que otras, gobernadas por el PSOE, han incrementado el número de asesores», asegura Cospedal.
Menos asesores
Una de las medidas que le recomienda el PP a Rubalcaba para conseguir su objetivo de ahorrarse los mil millones de euros de los que habla es reducir la nómina de asesores de la Presidencia del Gobierno. Cospedal fijó el número de asesores entre 500 y 600 y recordó que su coste es de unos quinientos millones de euros, «solo con la eliminación de estos asesores se conseguiría la mitad del ahorro que pretende».
Otra de las propuestas de los populares para conseguir imponer la austeridad en las diputaciones es la aplicación de un plan de racionalización y reordenación de las administraciones públicas para evitar la duplicidad de competencias entre las distintas administraciones. Ello supondría, a juicio de Cospedal, un «ahorro muy importante». A pesar de este llamamiento a la austeridad, el PP asegura que una gran parte de la deuda de las administraciones públicas —cifrada en 750.000 millones de los que 6.000 son de las diputaciones— ha sido generada por el Estado, aunque nunca quiere decirlo «ni reconocerlo».
Los populares también han querido poner el acento en las contradicciones del candidato socialista, al que le recomiendan que «se informe bien de lo que habla», y a las discrepancias internas del PSOE, «que se pongan de acuerdo dentro de su propio partido», les pide Cospedal. En este sentido, asegura sentirse «sorprendida» porque el candidato «diga un día que hay que suprimir las diputaciones y al día siguiente que hay que transformarlas».
Las discrepancias sobre el futuro de las diputaciones continuó ayer ahondando la herida interna del PSOE. Una nueva voz crítica se levantó ayer en Andalucía, la Comunidad donde el PSOE ha atesorado un gran poder en estos entes territoriales, en este caso fue la de la consejera de la Presidencia, María del Mar Moreno. La mano derecha de Griñán en el Gobierno andaluz defendió el papel de las instituciones provinciales asegurando que tienen un espacio en la «arquitectura local» y puso como ejemplo la Ley de la Autonomía Local de Andalucía, pionera en España. Las diputaciones, señala Moreno, tienen un espacio que habrá que «dimensionar, modernizar, especializar» .
Discrepancias
Otra voz discrepante fue la del ex alcalde de La Coruña y ex presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), Francisco Vázquez, que se situó al lado de la tesis que mantiene el PP. «Hay que quitar de raíz toda la legión de ayudantes, consejeros y asesores» de las diputaciones, dice, a la vez que calificó de «totalmente absurdo» el hecho de que se tripliquen los servicios y las competencias. Vázquez coincidió con Rubalcaba en su segunda propuesta, en vez de eliminación transformación, afirmando que hay que «debatirlo con calma. No se trata de suprimir las diputaciones, sino de transformarlas, que se desprendan de muchas de las actividades y actuaciones que tienen hoy». Finalmente, la UGT también se opuso a la propuesta de Rubalcaba y la calificó de «voltereta de funambulista».
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