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El cohete personal danés despegó y pasó a la historia

Un grupo de aficionados logra subir a los cielos un artefacto de fabricación artesanal, aunque terminó hundido en el océano

El cohete personal danés despegó y pasó a la historia

neoteo

Si de algo son culpables un grupo de aficionados daneses a los cohetes es de querer poner a su país dentro de la reducida élite de naciones que han podido mandar un hombre al espacio por sus propios medios. Hace menos de un año, conocíamos la existencia de la agrupación Copenhagen Suborbitals , que había prácticamente terminado la primera fase de un proyecto denominado HEAT-1X y se prestaba a disparar un cohete personal no tripulado , aunque con la intención de que un ser humano lo ocupara en el futuro. Después de superar algunos problemas, este cohete personal danés despegó el pasado viernes, voló y… bueno, quedó en la historia.

Los daneses a cargo del proyecto se proponían eventualmente alcanzar los 150 Km de altura con su HEAT-1X y transportar a un humano al espacio durante unos minutos en un cohete ensamblado con materiales artesanales y con un motor cuya propulsión debía ser lo más controlada posible, evitando que la fuerte aceleración producida por la incontenida fuerza de la explosión echara por tierra la misión. Una vez arriba, el cohete personal haría una parábola en gravedad cero y volvería a la atmosfera con su tripulante a salvo.

La misión de prueba (sin tripulantes y buscando alcanzar los 16 km de altura) estaba originalmente planificada para los últimos días de agosto del pasado año, pero las pruebas que se realizaron antes del lanzamiento lo impidieron. El motivo: una pieza de un secador de cabello que estaba siendo utilizada como calentador en una parte fundamental del HEAT-1X . Ante las consecuencias de un mal funcionamiento general (y el temor a quedar grabado en la historia como el cohete que explotó por culpa de la pieza de un secador) la misión se fundió en negro por unas semanas.

Impacto en el océano

El pasado viernes, en la mañana de Dinamarca, el cohete casi hecho en casa despegó sin reventar en mil pedazos y eso ya contentó lo suficiente a sus creadores, admiradores y a los muchos donantes que colaboraron para conseguir los más de 70.000 dólares que costó la construcción del HEAT-1X . Durante unos segundos las expectativas fueron en alza cuando el cohete personal se remontó a los cielos desde la plataforma de lanzamiento, pero enseguida cayeron en picado cuando el cohete desvió su trayectoria , dando razón al responsable del proyecto para apagar los motores vía control remoto en un intento por evitar algún accidente en un área poblada. A los 2 Km de altura, el cohete personal danés “pegó” la vuelta a la Tierra, pero el problema surgió cuando, por motivos que aún se tratan de esclarecer, el sistema de paracaídas no se desplegó, llevando al cohete a morir en el acto tras impactar en el océano.

Después del momento de zozobra entre todos los presentes cuando vieron truncada la misión, los sueños y todos los demás componentes emocionales, técnicos y económicos depositados en ese cilindro de 8 metros , mientras todavía se buscan las causas del desperfecto, un portavoz del grupo se mostró más animado: "Hemos pasado de hablar sobre algo a construirlo, probarlo y hasta hacerlo volar, por lo que en ese sentido este es un gran hecho”, señaló. Ojalá esta visión optimista sirva para ver más proyectos como el del HEAT-1X , que siempre, a menos que haya un ser vivo en su interior, son enriquecedores más allá del resultado.

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