La localización de un «zulo» con material explosivo desencadenó el arresto de Varela

Se estrecha el cerco en las investigaciones oficiales sobre los presuntos implicados en los atentados que en los últimos meses se han sucedido en Galicia, principalmente contra las Oficinas de Empleo, Empresas de Trabajo Temporal, locales sindicales, torretas del tendido eléctrico, y repetidores de telefonía móvil, entre otros. La detención del secretario comarcal de la CUT, a su vez ex miembro del Grapo, Telmo Varela (55 años), y su compañero sindicalista, José María Prado (26), ponían nombres y apellidos a los principales sospechosos en el marco de la «Operación Codeso».

Era el miércoles cuando se producían ambos arrestos, en sendos domicilios particulares. De ahí a los calabozos de la Guardia Civil y a disposición judicial el viernes, día en el que Prado salía en libertad provisional con cargos, y Varela ingresaba en la cárcel por orden expresa del juez. Este último, esposado, aseguraba a la salida de los juzgados olívicos, que en su casa solo habrían podido encontrar papel, lo que contrasta con el auto judicial, que habla de tenencia ilícita de explosivos.

Así, a medida que pasan los días se van conociendo más datos, entre ellos que los principales sospechosos fueron sometidos por la Guardia Civil «a una estrecha vigilancia policial». En algunas ocasiones —informa Europa Press— «se les pudo localizar ejerciendo labores de control y observación sobre los potenciales objetivos contra los que posteriormente podrían atentar».

Es más, la localización de un «zulo» donde se escondía una garrafa con gasolina, material y otras sustancias químicas —como ácido sulfúrico y clorato potásico— propias para preparar cócteles molotov, desencadenó la detención de los mencionados afiliados sindicalistas.

Las investigaciones llevadas a cabo por el Grupo de Información de la Comandancia de la Guardia Civil en fueron determinantes para establecer las primeras líneas de investigación, que permitieron llevar a cabo un amplio dispositivo de vigilancia y control sobre los principales sospechosos y, así, poder localizar el «zulo» donde se escondía una garrafa con gasolina, material y otras sustancias químicas. Posteriormente el trabajo del Laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil y el control operativo sobre el enclave en el que se encontraba el refugio facilitó la identificación con imágenes gráficas obtenidas en el lugar de la persona que, en apariencia manejaba este material y que se correspondería con Telmo Varela Fernández.

En el registro realizado en el domicilio del ex Grapo, al que se le considera como «principal dinamizador» de todos los hechos investigados, se incautó abundante documentación con datos de interés para la investigación. En el trastero de la vivienda, cinco botellines de plástico llenos de gasolina y en el vehículo que guardaba en el garaje se localizaron 10 botes de spray con pintura de distintos colores, un botellín con gasolina y una «braga» que se utiliza habitualmente para cubrir el rostro. En el otro domicilio, se confiscaron una botella con dos litros de gasolina, una garrafa pequeña con aceite y un pasamontañas.