La Diputación de Toledo presenta su nuevo escudo

Según ha recordado García-Tizón, la aprobación del nuevo escudo heráldico se llevó a cabo por unanimidad en el Pleno de la institución provincial del 19 de octubre de 2012 y fue aprobado definitivamente por la Consejería de Presidencia y Administraciones Públicas de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha el pasado 13 de mayo de este año.

El objetivo era sustituir el escudo y la bandera que había hasta entonces y que era fundamentalmente el mismo que usaba la ciudad de Toledo, exceptuando los dos reyes de armas, que, en el de la provincia, estaban sustituidos por las dos columnas coronadas de Hércules y la leyenda Plus Ultra.

El presidente de la institución provincial ha aclarado que este cambio en el Escudo se ha llevado a cabo después de un amplio estudio sobre los símbolos de la provincia de Toledo y tras consultar la opinión de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo al respecto, solicitando un estudio sobre la heráldica de la institución provincial y la conveniencia o no de modificar la que se venía usando, indicando, en su caso, cual debería ser.

En dicho estudio, la Real Academia señalaba que si bien han existido algunos intentos para diferenciar en lo posible la heráldica de la Diputación y del Ayuntamiento de Toledo, se han venido utilizando escudos y armas muy parecidos, cuyas matizaciones oficiales existen, pero quedan lejos de distinguir, por el parecido y el uso viciado, los escudos de ambas corporaciones, por lo que, a juicio de la Real Academia, procedía introducir la inclusión de unas modificaciones básicas, para evitar, en lo posible, las confusiones que se pudieran ocasionar.

La Real Academia proponía respetar el perfil de las armas actuales, ya que la supresión total del conjunto que hasta la fecha se ha venido utilizando causaría un impacto desconcertante en la asociación de la provincia a una propuesta de modificación radical. Los elementos a mantener en el exterior del escudo, además del águila bicéfala, serían los mismos que figuran en la composición esculpida en la Puerta de Bisagra, es decir: collar, columnas y corona.

En cuanto a la modificación propuesta, se trata de partir el escudo en dos cuarteles: el primero de ellos con un cuartelado de Castilla y León y el segundo de azur con una corona imperial de oro, que definiría la singularidad de la provincia. A juicio de la Academia, esta nueva heráldica sería la más conveniente, toda vez que, con la misma, se continua con la tradición histórica recogida en la documentación de que se dispone, presenta una organización del escudo sobria y digna para su fin, mantiene los perfiles generales de la composición tradicional y permite la adecuada diferenciación entre el escudo de la ciudad y el de la provincia.

Por lo que se refiere al color de la bandera, y aunque la Academia señalaba que no había encontrado ninguna justificación concreta, ni histórica ni de otra procedencia, que lo avalase, la Diputación de Toledo decidió mantener el color verde o sinople de la actual bandera, al contar con la suficiente tradición histórica y diferenciación corporativa para su mantenimiento.