¿Por qué fue tan devastador el terremoto y el tsunami de Japón?

Así, según se detalla en el último número de la revista «Science», fue una falla geológica inusualmente delgada y resbaladiza -pues estaba compuesta básicamente por una arcilla muy fina-, donde la placa de América del Norte se monta sobre el borde de la placa del Pacífico, lo que provocó que se produjera un desplazamiento tan gran de del fondo marino, de entre 30 y 50 metros , que además se fue haciendo mayor a medida que la falla se acercó más a la superficie del lecho marino.

Fallas superficiales

La opinión convencional entre los geólogos ha sido que en las profundidades del suelo marino, donde las rocas son fuertes, los movimientos de las placas pueden generar más rebote elástico (deformación de las rocas por la acción de las fuerzas tectónicas y su retorno al estado inicial), y en cambio más cerca de la superficie del fondo marino, donde las rocas son más suaves y están menos comprimidas, ese rebote tendería a disminuir. Sin embargo, en el terremoto de 2011 en Japón el desplazamiento fue mayor en las zonas de la falla más superficiales . Esa ruptura tan abrupta a menor profundidad empujó hacia arriba el suelo marino, desatando el tsunam i.

Hasta 2011, el mayor desplazamiento de las placas jamás registrado a lo largo de una falla ocurrió en 1960 frente a las costas de Chile, donde un fuerte terremoto desplazó las placas del fondo marino un promedio de 20 metros. En el terremoto de Tohoku, el deslizamiento horizontal fue de 30 a 50 metros y el vertical de diez metros.

Proyecto Chikyu

Para poder explicar por qué este desplazamiento de la corteza fue tan violento fue necesario perforar unos 800 metros bajo el lecho marino, a una profundidad de unos 6.900 metros bajo la superficie del océano. El equipo, a bordo del «Chikyu» , el mayor y más sofisticado buque oceanográfico del mundo , perforó tres pozos en el área de la fosa de Japón para estudiar la zona de ruptura del terremoto de 2011. Para hacerse una idea de la profundidad a la que llegaron las sondas, basta decir que cada muestra extraida del núcleo de la falla tardaba seis horas en llegar a la embarcación.

Según explica uno de los investigadores, la geóloga Christie Rowe, de la Universidad McGill, en Montreal (Canadá), las muestras de sedimentos extraídas revelan varios factores que ayudan a explicar lo que ocurrió. Por un lado, la falla era muy delgada, menos de cinco metros de espesor en el área estudiada. «Hasta donde sabemos -dice Row- es el límite de placa más fino en la Tierra». Por el contrario, la falla de San Andrés, en California, tiene varios kilómetros de espesor en algunos lugares.

Sedimentos extrafinos

Los científicos también descubrieron que los depósitos de arcilla que rellenaban esa falla tan estrecha estaban compuestos de unos sedimentos extremadamente finos . «Es la arcilla más resbaladiza que se puede imaginar», explica Row: «Si se coge entre los dedos, parece una especie de lubricante». El descubrimiento de esta arcilla con estas inusuales características en la zona de deslizamiento de Tohoku sugiere que otras zonas de subducción en el noroeste del Pacífico, donde este tipo de arcilla está presente -desde la Península de Kamchatka (Rusia) hasta las islas Aleutianas- pueden ser capaces de generar terremotos tan enormes.