Los obispos españoles se van de retiro espiritual

El retiro es organizado todos los años por la Secretaría General de la Conferencia Episcopal , que actualmente está a cargo del obispo auxiliar de Madrid, monseñor Juan Antonio Martínez Camino. Como buen jesuita, el portavoz del Episcopado ha invitado para dirigir esta tanda de ejercicios a un colega, el padre Santiago Arzubialde Echevarría, aunque la decisión siempre es consesuada con el resto de los obispos.

El padre Azubialde Echevarría es vicedecano de la Facultad de Teología de Comillas, de Madrid, además de autor de varios libros y artículos sobre espiritualidad. "Siempre se intenta buscar una persona con experiencia", explican desde el Episcopado.

Dado el carisma de la orden religiosa a la que pertenece el director de los ejercicios, los obispos harán el típico retiro ignaciano, que implica dejar a un lado la rutina cotidiana, estar en silencio y dar prioridad a la oración personal. Esta especie de "gimnasia espiritual", que no solo realizan regularmente los obispos sino también todos los cristianos, tiene por objetivo encontrarse con Dios y reflexionar la propia vida a la luz del Evangelio.

Los retiros espirituales ignacianos son los ejercicios por antonomasia dentro de la Iglesia católica. Su creador fue San Ignacio de Loyola en el siglo XVI, durante un período de aridez espiritual que vivió cuando se encontraba en Manresa, un pueblo cercano a Barcelona.

Ni la oración, ni la penitencia conseguían ahuyentar la sensación de vacío que sentía el fundador de la Compañía de Jesús y que le llevó al borde de la desesperación. En esa época, Ignacio empezó a anotar algunas experiencias que iban a servirle para su libro de los "Ejercicios Espirituales". Finalmente, salió de aquella "noche oscura" y aquella experiencia le dió un gran discernimiento en materia de dirección espiritual.

Desde entonces cientos de miles de cristianos se apuntan a los ejercicios ignacianos. Suelen durar un mes, pero también se pueden realizar a lo largo del año en varias tandas. Desde junio del año pasado, además se pueden seguir on-line . A través de la web del Centro de Espiritualidad San Ignacio, los interesados se incriben y una vez procesados los datos, se les asigna un acompañante con el que la persona puede encontrarse periódicamente a través de internet.

Este director espiritual le irá guiando a lo largo del proceso y proponiendo los materiales para orar, adaptándose a tu situación y ritmo. La duración aproximada de cada itinerario es de un año, aunque puede variar según las circunstancias de cada persona.