Iñigo Losada: «Es urgente tomar medidas contra la subida del mar»

-¿Qué predicciones hay para España en cuanto a la subida del nivel del mar?

-Las predicciones de aumento del nivel del mar globales indican que vamos a una situación peor. El nuevo informe da tasas de incrementos superiores, con rangos que a final de siglo en el escenario más desfavorable pueden estar en torno a los 80 centímetros. Cuando eso se regionaliza para España, dependiendo de si estamos en el Mediterráneo o en el Atlántico, podemos hablar de valores que están un 20% por encima o por debajo de eso.

-¿Y esto qué puede suponer?

-Esto quiere decir que todas aquellas zonas de la costa, que ahora son susceptibles de ser inundadas y donde ya estamos teniendo problemas, o todas aquellas zonas que están erosionadas, van a seguir sufriendo ese problema y, de hecho, se va a incrementar todavía más. El aumento del nivel del mar no es el único problema, ya que en algunas zonas también se han detectado incrementos en la altura de ola, cambios en la dirección... y eso puede contribuir también a la erosión y otro tipo de problemas. Si a eso sumamos el aumento en la temperatura del agua, que está produciendo cambios en algunos ecosistemas importantes, quiere decir que lo que tenemos que plantear es cuál es la estrategia que vamos a iniciar. Una estrategia de adaptación, fundamentalmente, puesto que cualquier política de mitigación, dada la inercia que tiene el océano, no va a dar una respuesta inmediata de parar ese aumento del nivel del mar, sino que va a seguir aunque empecemos a mitigar ya.

-O sea, que tenemos que ir pensando en cómo adaptarnos...

-Bueno, es urgente tomar medidas de adaptación.

-¿Y qué medidas deberían ser esas?

-Hay de todo tipo, pero en realidad nosotros lo que deberíamos de intentar es integrar el cambio climático dentro de la planificación, que en todas nuestras políticas de gestión territorial y de gestión de la zona costera, ya sea de riesgos, planificación urbanística, redes de transporte, infraestructuras... todas ellas políticas a largo plazo, a 20 o 30 años, se considerara al cambio climático una variable adicional dentro de esa planificación.

-¿Debemos construir entonces nuevas defensas?

-No hace falta que pensemos que hay que abandonar el litoral. Lo que hay que hacer es tomar medidas, que pueden ser tecnológicas, desde el punto de vista de refuerzo de las infraestructuras o construcción de nuevas, pero también podemos tener medidas más blandas, como regenerar playas y dunas; proteger zonas especialmente sensibles; permitir que los humedales y las marismas migren hacia el interior teniendo una política territorial que lo permita; introducir medidas o incentivos fiscales o elementos vinculados a seguros o sistemas de alerta que nos posibiliten adaptarnos de una manera mejor... De hecho, aunque realmente la situación que hemos pasado en los últimos temporales ha sido bastante catastrófica, ha sido mucho menor gracias a que los sistemas de alerta puestos en marcha por Meteorología han funcionado muy bien. Y realmente en la mayor parte de los últimos temporales estábamos muy preparados y los sistemas de protección habían sido activados. Esa es una medida clara de adaptación. Y cómo ésta existen muchas otras. No tenemos que pensar que únicamente la construcción de nuevas infraestructuras de protección es la única solución.

-¿Y qué zonas son las más vulnerables?

-En principio cualquier zona baja, pero yo diría que hay dos zonas muy diferentes. Una es la zona cantábrico-atlántica, donde realmente el problema esencial viene porque la tasa de aumento del nivel del mar es superior al resto de las costas españolas y porque también estamos observando un incremento en la altura de ola. Por otro lado, tenemos la costa mediterránea, que es una costa con una altísima vulnerabilidad, con zonas muy bajas, tenemos un gran delta, tenemos el delta del Guadalquivir también en la costa atlántica... Todas estas zonas, al ser bajas, son susceptibles de verse afectadas por niveles de aumento del nivel del mar muy pequeños, pues al ser zonas muy expuestas y con una altísima vulnerabilidad, las consecuencias pueden ser muy grandes también. Por una u otra razón toda la costa española está muy afectada.

-¿Podemos decir que después de este informe ya no podemos excusarnos en que nos faltan pruebas para actuar contra el cambio climático?

-No podemos basarnos ni en la ignorancia ni en la incertidumbre. Yo creo que este informe del IPCC ya pone de manifiesto que existen más de 130 elementos donde hay una evidencia clara de la relación entre el cambio climático y los impactos. Por tanto, ya es momento de actuar, no podemos esperar más. Y, además, podemos tomar decisiones con incertidumbre, en economía se toman constantemente y no hay ningún problema, y lo asumimos. ¿Por qué no hacerlo también en el clima?